Lo mismo que lloro y me desespero con las historias tristes, me gustaría disfrutar de las fotos del nuevo bebé de Vijana, como disfruto con las Muxu.
Ojalá cada gato doméstico tuviera un hogar como el que ha ofrecido Vijana a los suyos. Como Rosa intenta encontrar a los más desfavorecidos. data-ad-format="auto" data-full-width-responsive="true">