Como algunas ya sabéis, Darío ha sido el único superviviente de su camada. Sus 4 hermanos fallecieron a causa de la panleucopenia.
Darío forma parte de ese mínimo porcentaje de cachorros que sobrevive a esta enfermedad, análoga al parvovirus de los perros.
Pude considerarse que el guapo de Darío es un suertudo, pero el pobre está recuperándose en mi cuarto de baño, sin luz natural, que es tan necesaria para su crecimiento y bienestar.
Él está contento y es muy cariñoso, pero se pasa 24 horas al día en un baño y yo apenas tengo tiempo de estar con él. Echa mucho de menos a sus hermanitos.
Ojalá le salga muy pronto una casita a esta cosita tan preciosa de gato.