Poco a poco me fuiste apartando. Pasabas menos tiempo en casa y más en ese sitio que tu llamabas trabajo. Tu compañera tampoco tenia mucho tiempo para dedicarme porque también estaba siempre ocupada. Tan solo alguna salida rápida para que hiciera mis necesidades y una carrerita yo solo. Ya no teníais ganas de jugar conmigo. Así pasaron muchas salidas y puestas de sol. Cuando te veía triste ó abatido me acercaba a ti para intentar consolarte, pero tu me apartabas con un pequeño empujón y me decías "Ahora no chico. Estoy cansado". Yo me separaba obediente y me acostaba en mi rincón pensando que podía hacer para que estuvieras mas contento. Me dolía el alma al verte tan triste.
Después llegó tu primer cachorro. Otro miembro mas en la familia al que yo me propuse proteger y cuidar como si fuera mi cachorro. Desde el primer día quise estar pendiente de él para que no le pasara nada, pero a tu compañera parecía no gustarle mucho que estuviera tan cerca. Tenia miedo que le hiciera daño. Se ve que no me conocía ni siquiera un poquito.
Yo, que hubiera dado mi vida por defender la de tu pequeño cachorro o la de tu compañera y por supuesto la tuya, fui poco a poco arrinconado en un cuarto donde pasaba la mayor parte del día, solo, sin poder disfrutar de vuestra compañía que era lo único que deseaba. Tu, que para mí eras mi guía y mi Dios, no hacías nada para que la cosa cambiara. Me ignorabas. Ya no era tu "mejor amigo". Ahora parecía que sólo era un estorbo para ti. Desde mi cuarto, a veces, podía oír como discutías por mi culpa con tu compañera. Oía palabras que no comprendía muy bien lo que significaban. "¿ ...... hacer con él?" .... No podemos ......" ".... no puedo, está conmigo desde que era pequeñito...".
Un día, cuando el sol estaba durante muchas horas en el cielo, pusiste un montón de cosas en tu maquina de viajar, hiciste subir a tu compañera y a tu cachorro que ya sabia andar solo y también sabia hablar, y a mí me montaste en la parte de atrás, en medio de todos los cacharros. Parecía que nos íbamos de viaje todos juntos. ¡¡Que bien!! ¡¡ Otra vez volvíais a contar conmigo!!. ¡¡Por fin toda la familia saliendo a pasear toda junta!!.
Después de algunas horas de viaje, paraste en un sitio para dar de beber a tu maquina de viajar. Tu compañera y tu cachorro entraron en el edificio lleno de gente. Tu me abriste la puerta trasera para que pudiera salir a correr un poquito y así estirar mis patas, como habíamos hecho siempre que salíamos en un viaje largo. Me llevaste a la parte de atrás del edificio, donde había un pequeño campo. Me sacaste la correa y me animaste para que echara unas carreras y hacer un pis. ¡Era estupendo!. ¡Otra vez volvías a preocuparte de mí! Al rato, después de desfogarme un poco, levanté la cabeza esperando encontrarte en el lugar donde te habías quedado parado cuando me soltaste, pero no estabas. Salí corriendo en dirección donde se había quedado bebiendo tu maquina de viajar. Era extraño, porque tu siempre me llamabas cuando querías marcharte y yo acudía veloz a tu llamada. Pero esta vez no me habías llamado. Seguramente porque ya confiabas mucho en mi y sabias que en cuanto no te viese, saldría a buscarte.
SEGUNDA PARTE:
- nguillen72
- Jefa/e de cocina (Chef)
- Mensajes:11638
- Registrado:Mié 25 Jun 2008 02:00
- Ubicación:BCN
¿Quién está conectado?
Usuarios navegando por este Foro: No hay usuarios registrados visitando el Foro