Petri es un precioso gato siamés de diez años; vivía féliz en su hogar hasta que sus papis decidieron que ya no podía vivir con ellos: esperan un bebé y el gato fuera. Decidieron sacrificarlo pero una estupenda mujer lo ha acogido hasta que encuentre a su nueva y definitiva familia; está castrado y con todas las vacunas al dia. Y es precioso de verdad con unos ojos azules que enamoran al primer vistazo. No es un jovencito, pero aún le queda mucho para dar y muchos tiempo para compartir mimos con quien esté dispuesto a darle una segunda oportunidad. El nuevo contacto, de su casa de acogida, es:
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Si buscais un gato educado, tranquilo y cariñoso Petri es una magnífica opción! Seguro que no os arrepentireis de adoptarlo
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y además en plan autoritario. Sin embargo, la mayor parte de la gente te dice que te deshagas de los gatos por otras razones. De hecho, cuando a mí me decían algo, para quitármelos de encima les contaba que ya había tenido la toxo y que aunque no la hubiese tenido los riesgos eran mínimos y bla bla, y entonces me sorprendían diciéndome que no sabían de qué les hablaba, que decían lo de deshacerme de los gatos porque son celosos, porque iban a arañar al bebé, porque se le iban a meter pelos en la boca, porque la casa es pequeña (3 humanos, 3 gatos, un perro) y bla bla. Los únicos que no me dieron la brasa fueron los miembros de mi familia política. Pero mis padres y mi hermano los primeros en tocar las narices. Aún a día de hoy me dan la brasa. Y yo sé que mi madre estaría contenta si me faltase alguno de mis bichillos 