Hombre, Popeye, es que esta es una de las crueldades del libro; la gente matandose en guerras civiles para que los altos mandamases de ambos bandos terminen siempre chocando manos y compartiendo puro y repartiendo poderes y prebendas. Claro que las perdio todas! Si las guerras solo las ganan las que las piensan, y mas si son civiles-¡Ah! -dijo-, entonces usted tampoco cree.
-¿En qué?
-Que el coronel Aureliano Buendía hizo treinta y dos guerras civiles y las perdió todas... Que el ejército acorraló y ametralló a tres mil trabajadores, y que se llevaron los cadáveres para echarlos al mar en un tren de doscientos vagones.

Ah! Claro que las perdio todas! Y claro que luego no tenia quien le escribiera, si ya no era 'util', si ya habia ganado para otros todo lo que los mandamases querian ganar!
Ademas, me alegra que traigas este texto; el tema de los tres mil trabajadores es un apabuyante ejercicio de reflexion sobre el "Asi se Re-escribe la Historia".
Esto trata de una situacion ficticia, no real, pero al mismo tiempo casi tan real como la vida misma si se conoce un poco la historia de Latinoamerica.
Primero, la situacion: trabajadores de una (todopoderosa) empresa bananera norteamericana en huelga contra los abusos que sufren (no quiero reventar demasiado, no voy a entrar mucho en el tema). Por cierto,o la empresa, con otro nombre, era real, y los abusos, menos romanticos que en el libro, eran reales. Y, por casualidad, algunos de los presidentes y vicepresidentes de empresas bananeras norteamericanas fueron secretarios de estado, o jefes de la CIA. (esto lo digo por mostrar hasta que punto las empresas norteamericanas son poderosas en latinoamerica)
Segundo, la solucion a la huelga: metralleta y olvido. Lo de la metralleta ni es nuevo ni es desconocido; menos los suertudos trabajadores occidentales, la inmensa mayoria de los trabajadores que en el mundo tengan la nefasta idea de decir "yo por ese dinero no trabajo" (por ejemplo), termina topandose con la metralleta tarde o temprano, o con cualquier otra forma de 'solucion', ya me entiendes. (Y no hablo ni de opciones politicas ni de siglas, esto de los derechos de los trabajadores es como lo de los derechos de la mujer que comentabamos en el hilo del burka).
Y que vamos a decir del olvido como arma de destruccion masiva!
No hay manera mejor de matar, que matar el recuerdo de lo que quieres matar, en este caso el asesinato, y esta es la moraleja de la historia de los tres mil trabajadores: primero los mataron con las metralleta, y luego los mataron una segunda vez, de una manera mucho mas definitiva que la primera, al negar la existencia de los muertos, al re-escribir la historia inventando una nueva realidad en la que los tres mil trabajadores no morian y eran echados al mar despues del viaje alucinado en el tren de los doscientos vagones, sino que volvian felices a las casas y al trabajo, obedientes como debe de ser.
Porque asi re-escriben la Historia los vencedores, aunque no nos demos cuenta.
Y el pobre testigo que quedo vivo para contarlo, vive la doble tragedia de saber que todo es mentira, y de que nadie le cree, porque total, a quien van a creer, al primer loco que viene contando paranoiadas, o a los libros de historia oficiales que dicen que los trabajadores volvieron felices a casa?
Total.
Que sigue poniendo ejemplos, que cada vez me dan mas ganas de volver a leer esa obra maestra que se titula Cien Anyos de Soledad, con enye, por cierto




Besos.
