Aquí tenéis un pequeño paso a paso:
PREPARACIÓN:
Ponemos, en un cazo al fuego, un vaso de los de agua de vino blanco mezclado con igual cantidad de agua, dos cucharadas de azúcar, un palo de canela y una piel de naranja (sin lo blanco). Cuando hierva un par de minutos retiramos y dejamos infusionar hasta que enfríe. A continuación colamos y vamos mojando ligeramente las rebanadas de pan colocándolas sobre una bandeja plana sin amontonar. Si sobra infusión no la tiréis que luego la mezclaremos con la miel.
Cuando estén todas remojadas, batimos 4 huevos y con una brocha vamos pintando las rebanadas por ambos lados, volviéndolas a dejar sobre la bandeja (esto es para evitar el exceso de huevo que deja bordes feos y mancha mucho el aceite). Una vez pintadas, ponemos abundante aceite de girasol a calentar y vamos friendo controlando la temperatura, las vamos colocando sobre papel de cocina. Cuando estén todas fritas las colocamos en una bandeja una al lado de la otra, ponemos en un cazo un vaso de miel y una vaso de agua (aquí he utilizado la infusión que me sobro y completé con agua). Dejamos que suba el hervor, retiramos y vertemos con cuidado sobre las torrijas (yo antes he pinchado con un palillo higiénico las rebanadas para que se impregnen mejor. Se dejan enfriar y a comer
Espero que os guste
