

Una pequeña hormiguita quería cruzar un río y no vehía cómo, entonces vió a un elefante y le dijo:
-Sr.Elefante, sería ud. tan amable de ayudarme a cruzar el río?. El elefente la miró y le dijo:
-Bueno, anda súbete a mi lomo y te cruzo al atro lado.
La hormiguita se puso muy contenta y cuando la dejó en la otra orilla le dijo entusiamada:
-¡Muchas gracias Sr. Elefante, no sé cómo agradecerle su amabilidad...!
Y el elefante la contestó:
-Déjate de darme las gracías y bajáte la bragas!