para mi es desesperante, y sé que la culpa es mía, evidentemente nadie me manda comerme nada que yo no quiera, y ya empiezo a estar hartita y si por lo menos quedase a pre juntando lo bien de la semana con lo mal del finde, pues bueno, vale!, pero ya ves, piano piano voy sumando kg y ya me empieza a gustar más bien poco lo que veo en el espejo.
antes bueno, me veía algo de chichilla, pero nada importante, ahora entre la mala leche que tengo (que bien que me jo.de estar de mala leche x pesar más de lo que quiero) y que realmente hay más chicha, pues estoy que me llevan los demonios. la ropa me empieza a apretar, ya después de cenar desabrocho el botón del pantalón la mayoría de las veces porque me aprietan ...
y el caso es que yo no me acabo de fiar de mi misma, no creo que esta vez sea la definitiva y eso es lo peor. me planifico la semana, con pelos y señales y más o menos cumplo, pero claro, llega el finde. mucho tiempo en casa, mucho picoteo ...
y a todo esto sumamos que no sé cómo carajo se me ha metido en la cabeza, que si me salto alguna comida voy a coger más peso, con lo cual, puedo haber comido y haberme pasado tres pueblos, que merendar igual no meriendo, pero cenar, ceno fijo, incluso sin hambre. yo creo que me tendría que mentalizar, que una cosa es estar 8 horas sin comer y pasando hambre, pero que por cenar una fruta y un yogur si he comido bien y no tengo hambre, no va a pasar nada

bueno, menuda turra..., supongo que será el día. y eso que hace un solecito guapo guapo!