Es facilísima de hacer, con pocos ingredientes, se puede poner tanto galletas como restos que tengáis de bollos..etc.. sólo hay que tener en cuenta un detalle...la mezcla de zanahorias y coco debe quedar muy jugosa, que se le note bien el jugo para que impregne bien las galletas y no quede seca. Yo deje el líquido de cocer las zanahorias al fuego hasta que redujo y se convirtió en un almíbar espeso y se lo agregué a la masa, así aproveché el jugo que soltó la zanahoria y no tiré nada, por eso hay que poner de agua la justa. Le podéis agregar a la mezcla un chorritín de licor que os guste. Hay que dejarla reposar en el frigo de un día para otro
500 gr de zanahorias
100 gr de coco rallado
6 cucharadas de azúcar
Galletas María, redondas, cuadradas, restos de bollos..etc..
En un cazo, cocer las zanahorias peladas en agua con azúcar hasta que queden blanditas, escurrirlas y rallarlas o tritularlas hasta hacer una pasta y, una vez que la tengamos, añadir el coco y mezclar bien (guardar un poco de coco rallado para adornar).
Tapa la base de un molde desmoldable (a poder ser) con las galletas (antes poned en el fondo film transparente enmantequillado ligeramente para poderla desmoldar bien) y pon encima una capa de la mezcla de zanahorias, pon otra capa de galletas, otra de zanahoria, otra de galletas y termina con una última capa de galletas. Espolvorea la tarta con coco rallado, métela en el frigorífico hasta que esté bien fría y el jugo que suelte la zanahoria empape bien la galleta (como unas 3-4 horas). Si ves que las galletas quedan un poco secas, la próxima vez que hagas la tarta, coge un poco del caldito que haya quedado de cocer las zanahorias, y añádelo a la mezcla de zanahoria y coco antes de utilizarla para “rellenar” la tarta, si te quieres curar en salud, puedes hacerlo también con la primera que hagas, es mejor que quede muy esponjosa que seca.
Y además sin usar horno......
