, o que un japonés toreando, o que un catalán cantando una chirigota, o que el tófu...Pues si, hay algo más desaborío que todo esto... y son las tortitas dietéticas de arroz inflado.
Recuedo aquel anuncio de las tortitas, con aquella chica mona diciéndonos a todos que no había cosa más sabrosa, para matar el hambre entre horas, que aquellas tortitas de arroz.
Vamos a ver... un poquito de porfavor... estas tortitas no matan el hambre.
Consumidas así, directamente de la bolsa, matan el buen gusto por comer.
Una vez cometido el error de comprarlas, me vi en la obligación de darles uso de la manera más placentera posible.
Se me ocurrió que , puesto que no saben a nada en concreto, podía buscarle un uso igualmente para dulce como para salado.
Bueno, para ser sincera habían dos opciones más:
Dárselas al perro.
He de decir que mi perro, que és muy educado, cuando le ofrecí el pedazo , lo cogió , pero acto seguido , en cuanto me giré, el animal escondió el pedazo debajo de su colchoncillo de dormir y me miró relamiéndose ( para no hacerme el feo)
O usarlas como relleno de embalaje de las figuritas del belén.
Pero me decidí por buscarles un uso culinario, en este caso con este postrecillo.
Para tres personas necesitamos:
- una pera bien jugosa y grande
- un yogurt natural
- una cucharada de mermelada de frutos del bosque
- tres tortitas de arroz
- una cucharada de almendras en daditos.
Y un poquito de buena voluntad y ganas.
Disponemos nuestra tortita de arroz sobre el plato .
Batimos el yogurt natural con la cucharada de mermelada de frutos rojos
Pelamos la pera y la fileteamos .
Repartimos el yogurt entre las tres tortitas , igual que la pera fileteada.
Repartimos la cucharada de pedacitos de almendras entre los tres postres
Y para alegrar este postrecillo ligerito, dibujaremos unos garabatos con un hilo de caramelo.
Espero que os guste
