No disponía de tiempo para hacer la tortilla, y como la patata con la cebolla y el calabacín ya lo tenía pochado desde el mediodía, añadí un brick de nata, que tenía empezado, a los huevos y ésto a la patata. Lo eché en un molde y al horno a 180º hasta que estuvo doradito.
Espero que os guste. La serví acompañada de una salsa de pimientos de piquillo.
Me recuerda a un sitio dónde estuve trabajando, de comida alguna vez nos ponían TORTIPIZZA, a mi me encantaba...creo que la hacía así como tú, sólo que por encima le ponía tomate, atún queso y orégano...estaba de muerte!!
Gracias por la idea, ya creo que sé cómo hacérsela a mis hijos y sorprenderlessss