Pela la fruta, quétales los huesos y ponlos en una olla a cocer con el zumo de medio limón por kg de fruta (esto es para que no se oxiden y pierdan su color). Les echas 500 gr de azúcar por kg de fruta y cueces a fuego medio hasta que está en el punto, removiendo no continuamente pero estando pendiente para que no se pegue. Lo compruebas poniendo una cucharadita de la mermelada en un platito, lo metes en el frigor?fico unos segundos para que enfríe y si lo pones inclinado y no corre demasiado es que esta lista.
