LLega un hombre indignado a una farmacia, el boticario está en la trastienda y hay un viejecito esperando. El que acaba de entrar le dice:
"Estoy indignado porque me dieron estos preservativos que según ellos eran los mejores que tenían. Aquí vengo a devolverlos porque ni saben a fresas ni son tan ligeros ni nada de nada"
Y el viejecito le dice en voz baja:
"Sí, y dígales tambiénque además se arrugan y se caen"
