En casa de mi madre, las cosas con los del sexto llegaron a l?mites insospechados. Tenemos una terracita de 200 metros cuadrados. Es el primero. Lo de sacudir alfombras y demás es lo de menos, aunque cañan mechones enormes de pelos (deben de limpiar los cepillos por la ventana), pelusas por un tubo... Tendían la ropa empapada y sin avisar, con lo que estabas debajo y te duchabas. Pero lo peor fue en las ocasiones en que echaron (IMPRESIONANTE) ?papel higiúnico con caca!. Mi madre se puso un guante desechable, lo recogi? y, muy digna y sin decir nada, lo sacá y se lo dejé en su felpudo. En otra ocasión, qué peligro, cayeron dos quemadores de la cocina. Mi madre se los subi?, diciéndole que tuvieran cuidado los niños y, ojo a la respuesta: "¿Ves c**o siempre les echas la culpa a mis hijos? Pues he sido yo, que los he dejado a secar en el alero de la ventana". Un alero inclinado. A?n están los agujeros en el alicatado. ?Os imagin?is lo que podían haber hecho en una cabeza?
