


Aparte de todo lo que se ha dicho, queda muy rico y muy original:
1. Tartaletas de Sobrasada: Rellenar unas tartaletas pequeñitas (de las de bocado) con crema de sobrasada, hasta la mitad. En el momento de servir, echar un poquito de miel encima y gratinar unos momentos.
2. Falsos mini-quiches: Rellenar unas tartaletas con taquitos muy pequeños de jamón ducle (o mortadela, o chopped...) y queso. En el momento de servir, echar un poco de nata líquida y gratinar hasta que cuaje un poquito la nata.
3. Fritos de Aceitunas: Hacer una bechamel espesita. Cuando está fría, rebozar unas aceitunas rellenas de modo que quede una buena capa de bechamel alrededor de la aceituna. Pasar por huevo y pan rallado y freir... Es sorprendente y buenísimo.
4. Fritos de mozzarella y tomate. Cortar tomates no muy grandes en discos y quitarles el juguito y las pepitas. Cortar aros de queso mozzarella más o menos del mismo tamaño. Hacer "sandwiches" de tomate con el queso en medio, y seguir el mismo procedimiento que con las aceitunas: pasarlas por la bechamel, y luego rebozar con huevo y pan rallado.

