¿Que alegria! ayer me fui a cenar a casa de mis padres al pueblo y me lleve la sorpresa segun entraba de un olorcillo que me encanta. Yo, desconfiado de mi, diciendole a mi esposa: " no es posible, no puede ser cierto a lo que huele". Y si era cierto, con las luvias de estos dias han empezado a salir niscalos. Me pegue el gustazo del primer plato de la temporada al ajillo. Jo, c**o me gustan y si no lo digo reviento