Ayer se acab? el curso de fotograf?a digital al que asistía desde febrero. ?que tardes aquellas!
El curso no era exactamente de fotograf?a, sino de tratamiento inform?tico de imágenes digitales, pero al final del todo llegu? a la conclusi?n de que da lo mismo, que realmente no tenía mayor importancia, si de lo que allí se hablaba era de fotograf?a, de tratamiento de imágenes o de si las partúculas elementales constituyentes del ?tomo, no son elementos esencialmente reales dada su imprecisi?n existencial. Es que era muy, muy interesante, no es por otra cosa.
Reconozco que lo que se dice aprender a tratar digitalmente las imágenes, pues que estoy c**o antes, pero de todo hay que sacar provecho y aunque fuera de programa, aprend? mucho, c**o la importancia de observar minuciosamente para captar una buena imagen, no perderse ningún plano y c**o la mente puede llegar a cotas insospechadas desarrollando otros ?tratamientos? paralelos al que te están explicando, para las imágenes que estés viendo.
Apasionante y creativo calificar?a el curso al que no faltó ningún día, aunque uno de ellos no fue lo suficientemente provechoso porque llegó UNA que me quitú MI sitio y acotú el asiento de al lado para SU amiga, entonces tuve que relegarme a la segunda fila y cuando llegóéla rubia amiga?, me quitú todo campo de visi?n y no fue lo mismo. Unas clases sobre imágenes, en las que no puedes veré c**o que no es lo mismo, c**o que pierden inter?s, así que me dediqué a otras divagaciones varias, que quizás algún día vuelvan por alguna de esas extrañas asociaciones de ideas que me dan con las comidas.
Cuando estaba en la primera fila, (que salvo ese día fue el resto del curso) nos hablé, el profe, de las distintas herramientas de los programas inform?ticos y de su utilizaci?n para un mejor rendimiento. Fue un magnifico curso ya que nos mostr?, no solamente lo escrito en el programa, al menos eso creo, sino que dejé muy patente lo que la naturaleza es capaz de hacer con 46 cromosomas, cómo esa certera y sabia combinación puede crear una serie de movimientos y gestos naturales capaz de poner el sistema parasimp?tico del espectador o espectadora a pleno rendimiento y c**o el espectador o espectadora descubre habilidades desconocidas, logrando disimular y que nadie note el babeo constante; conseguir que no se le corte la respiración ante una intensa, diófana y profunda mirada azul dirigida y fijada a sus ojos y lograr mantener el tipo ante un gesto de desesperaci?n inform?tica, que resulta más ¿enriquecedor y conmovedor? que el famoso roce de labios del chico Martini.
Hay aprendizajes que resultan muy gratificantes y creo que estará atenta a los cursos ofertados. Una nunca sabe lo suficiente.
Mirar con todo esto no soy capaz de pensar en otra cosa que no sea queso y pan.
Hoy me levantú un poco c**o sin ganas, c**o si la primavera no se hubiera acabado del todo y tuviera que volver a realizar mi particular hibernación y creo que es todo porque están finalizando cosas y ya se sabe, cuando algo acaba, toca descanso.
Ayer se acab? el curso de fotograf?a digital al que asistía desde febrero. ?que tardes aquellas!
El curso no era exactamente de fotograf?a, sino de tratamiento inform?tico de imágenes digitales, pero al final del todo llegu? a la conclusi?n de que da lo mismo, que realmente no tenía mayor importancia, si de lo que allí se hablaba era de fotograf?a, de tratamiento de imágenes o de si las partúculas elementales constituyentes del ?tomo, no son elementos esencialmente reales dada su imprecisi?n existencial. Es que era muy, muy interesante, no es por otra cosa.
Reconozco que lo que se dice aprender a tratar digitalmente las imágenes, pues que estoy c**o antes, pero de todo hay que sacar provecho y aunque fuera de programa, aprend? mucho, c**o la importancia de observar minuciosamente para captar una buena imagen, no perderse ningún plano y c**o la mente puede llegar a cotas insospechadas desarrollando otros ?tratamientos? paralelos al que te están explicando, para las imágenes que estés viendo.
Apasionante y creativo calificar?a el curso al que no faltó ningún día, aunque uno de ellos no fue lo suficientemente provechoso porque llegó UNA que me quitú MI sitio y acotú el asiento de al lado para SU amiga, entonces tuve que relegarme a la segunda fila y cuando llegóéla rubia amiga?, me quitú todo campo de visi?n y no fue lo mismo. Unas clases sobre imágenes, en las que no puedes veré c**o que no es lo mismo, c**o que pierden inter?s, así que me dediqué a otras divagaciones varias, que quizás algún día vuelvan por alguna de esas extrañas asociaciones de ideas que me dan con las comidas.
Cuando estaba en la primera fila, (que salvo ese día fue el resto del curso) nos hablé, el profe, de las distintas herramientas de los programas inform?ticos y de su utilizaci?n para un mejor rendimiento. Fue un magnifico curso ya que nos mostr?, no solamente lo escrito en el programa, al menos eso creo, sino que dejé muy patente lo que la naturaleza es capaz de hacer con 46 cromosomas, cómo esa certera y sabia combinación puede crear una serie de movimientos y gestos naturales capaz de poner el sistema parasimp?tico del espectador o espectadora a pleno rendimiento y c**o el espectador o espectadora descubre habilidades desconocidas, logrando disimular y que nadie note el babeo constante; conseguir que no se le corte la respiración ante una intensa, diófana y profunda mirada azul dirigida y fijada a sus ojos y lograr mantener el tipo ante un gesto de desesperaci?n inform?tica, que resulta más ¿enriquecedor y conmovedor? que el famoso roce de labios del chico Martini.
Hay aprendizajes que resultan muy gratificantes y creo que estará atenta a los cursos ofertados. Una nunca sabe lo suficiente.
Mirar con todo esto no soy capaz de pensar en otra cosa que no sea queso y pan.
