Las que hemos pasado por ese trance sabemos lo que duele que se muera la madre.
El tiempo, por suerte lo calma todo, pero verás c**o inconscientemente la tendrás presente en muchos momentos: en frases que ella decía, en las cosas que le gustaba comer, en las aficiones que tenía, los sitios donde se sentaba,............................pero los recuerdos son agradables y libres de todo morbo.
El cariño de una madre es tan especial, que aún después de muerta hace que la sintamos a nuestro lado.