



La señora L?pez fue un día a tener una charla con el cura de la iglesia local.
- Reverendo -dijo ella-, tengo un problema. Mi marido se queda dormido durante sus sermones. Es muy embarazoso. ¿Qué puedo hacer?
- Tengo una idea -contestú el cura-. Lleve siempre un alfiler con usted. Yo, desde el p?lpito, podrá ver cuándo el Sr. L?pez se queda dormido, y le haré un gesto cada vez que eso ocurra. Entonces, cuando yo le indique, usted le da un pinchazo en la pierna con el alfiler.
En la iglesia, el domingo siguiente, el Sr. L?pez se volvi? a dormir. Notando esto, el predicador puso en marcha su plan.
- ¿Y Quién hizo el último sacrificio por usted??? - preguntóél, haciendo una señal con la cabeza a la señora L?pez.
- JES?S!! - gritú el Sr. L?pez, cuando notú que su esposa le había pinchado con el alfiler en la pierna.
- Si, tiene usted razón, Sr. L?pez - dijo el sacerdote.
Pero el Sr. L?pez, cabeceando, se duerme otra vez.
Y una vez más el cura lo notú.
- ¿Quién es su redentor??? - preguntó él a la congregaci?n, mientras hacía una indicaci?n a la señora L?pez.
- DIOS!! - gritú el Sr. L?pez, cuando notú que su mujer le daba otro pinchazo con el alfiler.
- Correcto otra vez - dijo el cura, sonriendo.
Pero al poco tiempo, el Sr. L?pez volvi? a dormirse.
Sin embargo, esta vez el cura no se dio cuenta, y sigui? con su serm?n normalmente, un serm?n que se iba alargando cada vez más.
El sacerdote hacía de vez en cuando algunos movimientos que la señora L?pez confundía c**o señales, y cada vez que pasaba eso pinchaba a su marido con el alfiler.
Finalmente, el cura preguntó:
- ¿Y qué le dijo Eva a Ad?n, después de que ella diera a luz a su hijo número 99???
La Señora L?pez volvi? a pinchar a su marido por en?sima vez, y este, verdaderamente harto, gritú:
- SI ME VUELVES A TOCAR OTRA VEZ CON ESA MIERDA, TE LA PARTO A LA MITAD Y TE LA CLAVO EN EL CULO!!!!
- AM?N -respondi? la congregaci?n...