DENUNCIAN EL "PESO EXCESIVO" DE LA INDUSTRIA FARMA:

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chopillo
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DENUNCIAN EL "PESO EXCESIVO" DE LA INDUSTRIA FARMA

Mensaje por chopillo » 30 Jul 2008 08:49

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N?MERO 85 / JULIO - AGOSTO / 2006

DENUNCIAN EL "PESO EXCESIVO" DE LA INDUSTRIA FARMAC?UTICA EN LA FORMACI?N DE LOS M?DICOS

La Comisi?n de Bio?tica de la Sociedad Española de Ginecolog?a y Obstetricia ha denunciado en un informe "el peso excesivo de la industria farmacáutica en la formación e información de los médicos". Es la primera vez en que de forma clara y sin tapujos una sociedad cientúfica da a conocer p?blicamente lo que de forma privada muchos profesionales critican y que esta revista lleva denunciando desde hace años. Sus conclusiones no sólo ponen en su sitio a la industria farmacáutica sino tambiéna las administraciones sanitarias por dejar en manos de las multinacionales la información y la formación de los médicos.
Nunca hasta ahora en nuestro país una sociedad cientúfica se había pronunciado sobre las relaciones entre la Industria y los médicos con la claridad y rotundidad con que lo ha hecho la Sociedad Española de Ginecolog?a y Obstetricia (SEGO). De hecho en el documento de 17 páginas recientemente dado a conocer y titulado La relaci?n entre el médico y las industrias farmacáuticas y de productos de tecnología sanitaria. Visi?n ?tica pueden leerse afirmaciones c**o éstas: "No es raro que la presi?n financiera mediatice la propia investigaci?n lo que podría conducir a productos no siempre seguros o pertinentes". O esta otra, aún más contundente: "La formación mídica continuada en nuestro ambiente está pervertida".
Afirmaciones similares fueron consideradas exageradas, escandalosas o amarillistas cuando desde esta revista hemos analizado en reiteradas ocasiones los perjuicios del excesivo peso de la industria en la práctica mídica. Ahora este documento de la SEGO se une p?blicamente a quienes desde hace tiempo venimos reclamando la necesidad de introducir cambios tanto en la actual relaci?n médicos-industria, c**o en la formación continuada de los mismos.
Lo que hasta ahora ven?an siendo comentarios de pasillo, intercambios de colegas no contentos con determinadas formas de hacer o de no hacer las cosas, o simplemente molinos contra los que batallar en solitario desde esta publicaci?n ha pasado a ser objeto de an?lisis de la Comisi?n de Bio?tica de la SEGO. Su resultado, sin diferir en nada de lo ya denunciado en estas páginas, lleva en esta ocasión sin embargo el aval del indudable peso cientúfico que los autores del documento tienen entre sus colegas médicos y cientúficos. "Hasta la fecha -indica el profesor Luis Cabero, vicepresidente del Comitú de Bio?tica- nadie había marcado las pautas bio?ticas que debían seguir los profesionales. Una vez más la SEGO vuelve a ser pionera marcando las líneas profesionales".
La Sociedad Española de Ginecolog?a y Obstetricia (SEGO) es la federaci?n que agrupa a las sociedades de Ginecolog?a y Obstetricia de todas las comunidades aut¿nomas de España y representa a más de 5.350 socios. Con más de 120 años de existencia constituye la sociedad cientúfica más antigua de su especialidad en toda Europa y ha sido recientemente elegida por los lectores de la publicaci?n on line Redacci?n M?dica c**o Mejor Sociedad Cientúfica Española en reconocimiento a la labor que ha venido desarrollando desde sus or?genes en 1874.

DEJACI?N DE LAS ADMINISTRACIONES P?BLICAS
El documento publicado por la Comisi?n de Bio?tica -que está presidida por el profesor José Zamarriego- revisa el papel de la industria c**o fuente de investigaci?n e información, su aportaci?n a la Formaci?n M?dica Continuada (FMC) del profesional sanitario y los l?mites en los que debe moverse el marketing de la industria.
Ya en las primeras líneas del pre?mbulo los autores definen el principal problema -"La industria farmacáutica y, en menor proporci?n, la de productos sanitarios se han transformado en los proveedores de Formaci?n M?dica Continuada (FMC) más significativos"- y su consecuencia: "Esto posibilita la actuaci?n de la industria en parcelas que no seráan en principio de su incumbencia y hace que el médico reciba una formación potencialmente sesgada, no sólo en túrminos de contenidos -en algunas ocasiones de manera importante- sino tambiénde oportunidades; es decir, con desviaci?n en su formación hacia temas cercanos a los intereses industriales".
Una situaci?n que c**o bien señala el texto puede acabar derivando en el uso por parte de los médicos de productos finalmente poco seguros o en el mal uso de otros convenientemente exagerados. "No es raro -puede leerse- que en ciertas ocasiones la presi?n financiera mediatice la propia investigaci?n en sí distorsionando el proceso lo que podría conducir a productos no siempre seguros o pertinentes. En los últimos tiempos, lamentablemente, se han vivido ejemplos no satisfactorios en este aspecto y han surgido informaciones sobre efectos indeseables en diversos f?rmacos en nuestra especialidad que probablemente no hubiesen existido si la presi?n financiera no hubiese mediatizado la metúdica investigadora de una mol?cula determinada". Riesgos inasumibles en todas las especialidades que han llevado a la SEGO a denunciar finalmente la situaci?n. "Es una obligaci?n de la SEGO -afirman los autores del documento- c**o Sociedad Cientúfica denunciar los intereses economicistas de las investigaciones así c**o el poco rigor exigido en las publicaciones procedentes de ciertas ?reas de influencia o las editadas en publicaciones poco contrastadas, muchas veces esponsorizadas por la propia industria".
Hay que decir, en cualquier caso, que a pesar de su an?lisis cr?tico la Comisi?n de Bio?tica de la SEGO valora a lo largo del texto el importante papel de la industria: "El médico reconoce la contribuci?n del sector farmacáutico y el de productos sanitarios a la I+D p?blica y privada así c**o el valor añadido que dicha investigaci?n biom?dica aporta a la sociedad". Asimismo reconoce el derecho leg?timo de la industria farmacáutica y de productos sanitarios, c**o entidades comerciales, a buscar beneficios para acabar señalando c**o principal responsable de la situaci?n creada a la pasividad de las distintas administraciones p?blicas. "Las administraciones sanitarias se han significado por la dejaci?n de funciones que les corresponder?a cumplimentar en multitud de campos y ?reas de conocimiento en el terreno de la Formaci?n M?dica Continuada. Es una realidad -puede leerse en el texto de la SEGO- que la empresa de servicios sanitarios más importante de nuestro Estado es la Administraci?n Sanitaria (Ministerio de Sanidad y Consumo y Consejerías de Sanidad y Salud de las distintas Comunidades Aut¿nomas) y parad?jicamente, en túrminos de inversión real en FMC, le corresponde un porcentaje ?nfimo en comparaci?n con los recursos invertidos por las industrias Farmacáutica y de Productos Sanitarios así c**o por las sociedades cientúficas. Los unos por sus intereses particulares y los otros por la falta de inversiones han dado lugar a que un proceso de tal envergadura e importancia está bajo control, sobre todo econ?mico, del sector privado".
Situaci?n que es preciso rectificar de inmediato según la Comisi?n de Bio?tica porque c**o declarar?a su presidente, José Zamarriego, "la formación continuada es una garantía del cumplimiento de los derechos de los pacientes".

FALTA DE TRANSPARENCIA
Después de realizar un rápido an?lisis de las dificultades que conlleva la puesta en el mercado de nuevas mol?culas, procesos muy largos, complejos, costosos -800 millones de euros puede suponer la obtenci?n de un medicamento- y de alto riesgo -de cada 10.000 mol?culas que se empiezan a investigar sólo una será registrada-, el documento, dando por buenos los esfuerzos por mejorar los procedimientos de acceso al mercado, señala tambiéncomo problema la falta de información transparente. "El profesional de la medicina -se dice en el documento- en la mayoría de las ocasiones no tiene la preparación adecuada para hacer el an?lisis que le permita la elección pertinente de una mol?cula sobre otra y basa su decisi?n en la información proporcionada. Casi siempre tal acci?n la realiza la propia industria a través de sus distintos canales de información y de marketing. Con el fin de dar una calidad supuesta informa de los efectos beneficiosos dejando al margen los efectos indeseables o minimizando los mismos que, a veces, son tan importantes c**o los primeros". Un problema que aunque generalmente se sitía en el marco del uso de distintos medicamentos tambiénabarca al uso de los utensilios hospitalarios. "A veces -puede leerse- el ilusionismo o el afin de novedad ha hecho que se adoptaran o aceptaran utensilios que no aportan beneficio alguno en túrminos de resultados y en cambio pueden encarecer la práctica mídica de manera injustificada. Pocas veces las agencias de evaluaci?n han ejercido su papel en este campo, al menos en el ?rea de nuestra especialidad".
Transparencia en la información que puede fallar no sólo en la fase inicial del lanzamiento del producto sino tambiénen el propio seguimiento del mismo ya que según el texto "Existe poca cultura de evaluaci?n de los resultados de las investigaciones a través de las Agencias de Evaluaci?n y la mayoría de las existentes basan sus conclusiones en la información proporcionada por el equipo investigador (?) Sin embargo, muy pocas veces se brinda toda la información, a veces muy farragosa, que solamente controla el monitor y de la que se responsabiliza el investigador principal. No ha sido una rareza que algún efecto deletúreo observado no haya sido identificado c**o tal hasta pasado un tiempo, a veces excesivamente largo, cuando ya ha causado males, en ocasiones, irremediables".
El profesor Cabero, vicepresidente del Comitú de Bio?tica, ha señalado a este respecto que una información veraz y objetiva favorece tanto a los pacientes c**o a la propia industria. "Si el médico dispone de una información completa -asevera- podrá utilizar los f?rmacos y productos sanitarios de la forma más adecuada a cada situaci?n favoreciendo la calidad asistencial y la atenci?n al paciente".

LA RESPONSABILIDAD DE LOS M?DICOS
El documento de la Comisi?n de Bio?tica no olvida tampoco que tambiénlos médicos tienen su parte de responsabilidad en todo lo que ha venido ocurriendo reconociendo así una realidad repetidamente denunciada en esta revista: "En no pocas ocasiones -se dice a este respecto- la puesta en escena de un nuevo f?rmaco o utensilio médico ha ido acompañado de grandes esfuerzos incentivadores por parte de las empresas con el fin de introducir en el mercado el producto y rentabilizar, mediante sus beneficios, la inversión. Estos esfuerzos pueden ser muy variados y pueden incluir muchas formas distintas. En no pocas ocasiones se ofrece al profesional un conocimiento del producto disfrazado de conferencias o cursos o presentaciones cientúficas que sitían al médico en el centro de todo el proceso enmarcado además con la atracci?n adicional de un entorno festivo o tur?stico lo que crea un clima de acercamiento hacia el producto que, en definitiva, es lo que se pretende. ?Cuántas reuniones 'cientúficas' se han organizado en indiscutibles parajes tur?sticos con viajes muy amenos y con gastronomías incomparables pero con el fin de intentar inducir o provocar la decisi?n de la prescripci?n de un f?rmaco o la utilizaci?n de un aparato. Todo ello, sin duda, con la complicidad del propio médico asistente".
Los integrantes de la Comisi?n Bio?tica de la SEGO creen necesario por ello insistir en que tambiénel profesional, c**o parte del problema, tiene que saber medir sus propios l?mites en el campo del marketing donde se ha llegado a l?mites no sólo poco ?ticos sino incluso ilegales y peligrosos para los pacientes a los que se receta en ocasiones en funci?n de la comisi?n más que en funci?n del medicamento más conveniente. "A lo largo de la historia -escriben- ha habido ejemplos puntuales, en ningún caso generalizados, en los que se ha llegado (por parte del médico) a reclamar una participaci?n econ?mica por producto utilizado o bien establecer unos niveles a partir de los cuales alguien podría recibir compensaciones no razonables. Este tipo de planteamiento no es aceptable bajo ningún punto de vista. Una cosa es la cortes?a con que una industria puede tratar a los profesionales y otra es la exigencia de compensaciones personales o colectivas en una acci?n de marketing determinada. Por lo tanto, unos y otros, industria y profesionales, han de saber mantener una relaci?n que se enmarque en las buenas prácticas sin perderse el respeto y aceptando las normas ?ticas establecidas de buena conducta".
En opinión de los autores del documento la creaci?n de una Unidad de Supervisi?n Deontológica por parte de Farmaindustria con el fin de supervisar el cumplimiento y aplicaci?n del C?digo Español de Buenas Pr?cticas para la Promoci?n de los Medicamentos -que define de manera diófana los l?mites de la promoción- y algunas medidas tomadas por la Administraci?n -c**o los precios de referencia o la aparici?n de los gen?ricos- deberían terminar con este tipo de situaciones indeseables. Sin embargo, nada de ello será posible sin la colaboración del médico.

SOLUCIONES
Aunque el documento se extiende más en el an?lisis cr?tico de la realidad que en la formulaci?n de soluciones sí parece claro que el cambio de modelo de Formaci?n M?dica Continuada pasa por dar un mayor papel a las sociedades cientúficas: "Las entidades cientúficas, juntamente con las autoridades gubernamentales, tienen la obligaci?n de velar para que se cumplan los requisitos de la verdad cientúfica. Tal c**o ocurrió en los albores de los años 50 ahora se ha de hacer un importante esfuerzo para reivindicar la ciencia c**o tal y no c**o herramienta en manos de intereses ajenos a la medicina".
Aunque para ello señalan que es imprescindible contar con el apoyo econ?mico de las administraciones sanitarias: "Cuando se trata de definir y estipular un programa -recoge el documento-, no una actividad única, de Formaci?n M?dica Continuada el especialista entiende que la responsabilidad ha de ser de la Sociedad Cientúfica c**o proveedora de servicios, con financiaci?n p?blica de la Administraci?n Sanitaria.".
Y es que sin que las administraciones p?blicas asuman su autúntico papel no parece que nada pueda cambiar: "Las administraciones sanitarias han creído que con el simple control acreditativo, que en realidad debería ser competencia de las sociedades cientúficas, cumplen con su obligaci?n. Y nada más alejado de la lógica en un sistema sanitario tan socializado c**o el nuestro. Hay muy pocas empresas que dejen la responsabilidad de todo el proceso de formación continuada de su personal a una entidad ajena y sin apenas control. Ha de recordarse aquí la importante cantidad de literatura que demuestra que la eficiencia y calidad de los servicios está directamente relacionada con la inversión en formación continuada de sus miembros".
José Zamarriego ha señalado al respecto: "El apoyo de las industrias es indudable pero somos las sociedades cientúficas quienes debemos tutelar la formación haciendo que forme parte de un programa estructurado". Asimismo remarcar?a "la necesidad de que las sociedades cientúficas actúen conjuntamente con otras organizaciones c**o son los colegios médicos o las facultades que ya han mostrado su inter?s".
c**o ejemplo de vaa a seguir la Comisi?n Bio?tica de la SEGO recuerda las directrices de La Union Europ¿enne des M?decins Sp?cialistes. "La UEMS -se recuerda- estipula que la Formaci?n M?dica Continuada ha de estar organizada, realizada y supervisada por los propios profesionales, completamente independientes de las fuentes de financiaci?n, de los diversos grupos de opinión, de los intereses pol?ticos y econ?micos, de las entidades aseguradoras, del Gobierno y de las Universidades. La calidad ha de estar controlada por los propios profesionales, preferentemente mediante comitús en los que están representados sociedades cientúficas, universidades y colegios médicos".
Y dentro del cambio de modelo propuesto tambiénse hace necesario mejorar el papel de las agencias evaluadoras. "En este sentido -señala el texto- cabe reforzar la idea de la información proporcionada por fuentes distintas a la propia industria c**o son las agencias de evaluaci?n sobre las que recae la responsabilidad de aportar a los profesionales el estudio cr?tico y cientúfico de las distintas mol?culas o utensilios médicos".
Terminamos. El mensaje de la Comisi?n de Bio?tica de la SEGO es muy claro en lo que puede leerse pero tambiénen lo que deja entrever. Lo que nos preguntamos es por qué no se ha publicado nunca antes un documento así. ?Será que sus autores consideran que se ha cruzado la frontera de lo tolerable y se están conculcando los derechos elementales de los pacientes estando ya en riesgo su salud -e incluso sus vidas- c**o venimos denunciando casi en solitario en Discovery DSALUD desde hace años? Sea así o no lo indudable es que este documento es un autúntico aldabonazo a la conciencia de los protagonistas de la sociedad del medicamento. Ya iba siendo hora.


Elena Santos

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La investigaci?n debe de ser independiente
Coincidiendo prácticamente con la aparici?n del documento de la SEGO se celebr? en Madrid la jornada cientúfica Ensayos clúnicos sin inter?s comercial organizada por la Fundaci?n de Ciencias de la Salud que vino a resaltar los problemas con los que hoy en día se encuentra la investigaci?n independiente. En el transcurso de la misma se escucharon distintas opiniones defendiendo que la investigaci?n debe de ser independiente de los intereses industriales y exigiendo de la Administraci?n una mayor aportaci?n a este tipo de investigaci?n. José Luis L?pez-Send?n, jefe del Servicio de Cardiolog?a del Hospital Universitario La Paz de Madrid señal? que las principales trabas a la investigaci?n independientes son los tr?mites burocr?ticos excesivos y sus elevados costes. Sobre los tr?mites afirm? que los investigadores que quieren realizar este tipo de ensayos clúnicos "se encuentran con una necesidad formidable de tr?mites burocr?ticos: los contratos con los hospitales, la preparación de los cuadernos de recogidas de datos, la monitorizaci?n de los controles de calidad, la recogida de los efectos adversos y demás". Y sobre los controles de calidad y sus costes recalc? que "hace falta dinero en cantidades muy importantes porque la complejidad que ha adquirido la regulaci?n de los ensayos clúnicos hace que sean muy costosos". Por su parte, Cristina Avendaño -m?dico adjunto del Servicio de Farmacolog?a Clúnica del Hospital Puerta de Hierro de Madrid- reclam? a la Administraci?n que "apoye los ensayos clúnicos que no tienen inter?s para la industria pero sí para la medicina y para el Sistema Nacional de Salud". Además, y en la misma línea del documento de la SEGO, recalc? que "es imprescindible que las administraciones entiendan la importancia de realizar este tipo de investigaciones, especialmente en materia de equivalencia terap?utica de medicamentos. De este modo el Sistema Nacional de Salud podría responder a cuestiones clave sobre la financiaci?n selectiva de f?rmacos (?) Es necesaria una mayor financiaci?n p?blica de estas actividades y apoyo en materia de infraestructuras y de coordinación entre los diferentes grupos de investigadores".
El problema radica según esta experta en que la Administraci?n no sólo no apoya lo suficiente la investigaci?n independiente sino que con su nueva regulaci?n -el decreto de ensayos clúnicos y la directiva europea- todavía la hace más difícil ya que a su juicio suponen importantes trabas administrativas con un elevado coste econ?mico. Avendaño finaliz? señalando que "los médicos debemos insistir más en hacer este tipo de investigaciones y no plegarnos a los intereses de las compañías farmacáuticas".
A lo largo de la jornada se puso c**o ejemplo el caso italiano. El director del Instituto de Investigaciones Farmacológicas de Milán, Gianni Tognoni, explicó que en su país recientemente se ha aprobado una normativa que "pone en un primer plano la investigaci?n que no tiene c**o objetivo el desarrollo de medicamentos sino la soluci?n de problemas". En concreto indic? que para este año existe una dotaci?n espec?fica de 50 millones de euros para financiar la investigaci?n independiente.
Finalmente, el presidente de la Fundaci?n Ciencias de la Salud, Diego Gracia, consider? que "cada vez es más necesario realizar investigaci?n sin ?nimo de lucro" agregando que "la investigaci?n sanitaria no puede reducirse al inter?s de las sociedades privadas".

? 2006 DSALUD.COM
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