Está demostrado que si cuando el cuerpo te pide un trozo de pastel, te comes un trozo de pastel (de los nuestros, versión light, o de los de toda la vida), con un trozo pequeño, el cuerpo se queda satisfecho y reduces las ganas de más trozos de pastel... cada vez serán menos y más espaciadas... en cambio, si cuando el cuerpo te pide un trozo de pastel, le das una fruta, un yogur, una infusi?n o lo que sea, no sólo no consigues aplacar esa sensaci?n, sino que cada vez será mayor y más habitual...



Así que lo dicho, si el cuerpo te pide "un trozo de algo", díselo! De otro modo será con bien dice el refr?n "pan para hoy, hambre para mañana!"

