Bueno, ahora que se me ha pasado el pasmo, voy a romper una lanza en favor de los anuncios de compresas.
Me van a llover piedras, lo tengo asumido
La mayoría de anuncios de compresas son gilipollas, y tratan a las mujeres c**o tontas, de acuerdo, c**o LA MAYOR?A DE LOS ANUNCIOS.
Los primeros eran cutres y eufemásticos, c**o ?ramos las mujeres entonces. Aquello de "la señora de rojo", "esos días", "me ha venido...", pues así hacían los anuncios. Cutres y vergonzosos.
Desde los noventa hay un cambio. En los anuncios se ven mujeres haciendo cosas que hoy nos parecen normales. Deporte, compras, etc. pero sobre todo lo hacían FELICES Y SEGURAS. Acord?os de Silke, que daba la vuelta al mundo, y todo el mundo decía "si parece que sa fumao un porro...". Bueno, pues nosotras no siempre hemos sido taaaan modernas. Para llevar una vida normal durante la regla nos hemos tenido que quitar de encima todos los prejuicios y mentiras que nuestras madres nos echaron desde pequeñas. Venga, a Quién no le han dicho aquello de que no se podía ba?ar, Quién no se puso el primer tampax a escondidas.
Lo que quiero decir, es que los anuncios de compresas, con toda su tonter?a, han ayudado a que las adolescentes (la mayoría de mujeres ya no tuvieron remedio) se quitaran de encima el yugo de la menstruaci?n y todos sus mitos. Y yo fui una de ellas.
Venga, esas piedras, que estoy preparada
