
http://www.el-mundo.es/salud/1994/100/00154.html
NUTRICION
Dietas que matan
CARLOS FRESNEDA CORRESPONSAL EN NUEVA YORK
El caso del doctor Stuart Berger, el dietúlogo más famoso de los EEUU
que ha muerto recientemente con 165 kilos de peso, pone en entredicho la bondad
de las dietas milagrosas convertidas hoy en ?best-seller?.
SU mayor ?xito en la vida se convirti? en su propio epitafio. Stuart M. Berger:
?Eternamente joven?. El dietúlogo más famoso en los Estados Unidos de Am?rica,
autor de millonarios ?best-seller? sobre cómo mantener el tipo y la línea,
falleci? a los 40 años mientras dormía. Pesaba 165 kilos.
Berger se ha llevado a la tumba el secreto de su propia muerte. Y de paso ha
enterrado tambiénun mito: el del adelgazamiento milagroso, acaso uno de los
negocios más boyantes en los Estados Unidos. Cientos de libros, vadeos,
programas de televisi?n, revistas especializadas, ?health stores? (tiendas
consagradas a la salud) o asociaciones c**o los ?weight watchers? (vigilantes
del peso) se nutren de la desesperaci?n y la impotencia de los obesos crúnicos,
verdadera plaga en este país.
M?s de uno se lo pensaré dos veces a partir de ahora. Comprar ?Eternamente
joven?, o ?La Dieta del Poder Inmunológico?, o ?La Dieta de Southampton?,
supone pensar automáticamente en el Doctor Jeckyl (perdón, el Doctor Berger),
que fue cobaya y vactima de sus propios experimentos.
Porque la publicidad y el ?xito de todos estos vendedores de sueños se basa
precisamente en eso: ellos mismos han experimentado antes que nadie los efectos
milagrosos (y contraproducentes) de sus saludables hallazgos. Le ocurrió hace
diez años a Jim Fix, autor de ?El libro completo del corredor?, uno de los
primeros en poner de moda la obsesiva práctica del ?jogging?. Muri? a los 52
años de un ataque al corazón mientras corr?a. Pero estébamos por el doctor
Berger, a punto de aplicar en sí mismo su prodigioso experimento de la dieta
inmunológica. En poco más de un año pasó de 180 a 95 kilos (medía cerca de dos
metros). Luego, no se sabe si por dejadez, hastío o insumisi?n, volvi? a
engordar y engordar hasta encontrar la muerte, causada al parecer por una
insuficiencia cardiaca.
?Alergias alimentici así
La controvertida y singular teor?a del Doctor Berger consistía en lo siguiente:
prácticamente todo el mundo sufre algún tipo de alergia a ciertos alimentos, y
todo el mundo desarrolla tambiénuna especie de perversa glotoner?a hacia esos
alimentos, que son los que más le engordan y peor le sientan. ?Soluci?n?
Diagnosticar las ?alergias alimentici así de cada persona y eliminar esos
productos de la dieta. Berger confiaba en el poder curativo de los vegetales,
sobre todo de los br?coles al vapor (que ven?a a ser la panacea de todos los
males). Las teorías de Berger fueron denostadas por dietúlogos y especialistas
en alergias, pero millones de lectores se pasaron a su ?secta? y cientos de
clientes se dejaron un buen puñado de dílares en su privad?sima y car?sima
clúnica de Manhattan. El ?Doctor Dieta?, además, postulaba semanalmente sobre
comida y salud en su columna del New York Post. Berger aseguraba que con su
dieta inmunológica era capaz de tratar el c?ncer, la excesiva presi?n
sangu?nea, la artritis y el s?ndrome menstrual, entre otras muchas cosas. De lo
que no fue capaz fue de diagnosticar su propio mal, el mismo que le llevé
silenciosamente a la muerte.
El fracaso estrepitoso de Berger ha hecho temblar a la mayoría de sus
millonarios colegas, desde el popular doctor Atkins (?revolucionario? de la
dieta hipercal?rica) al doctor Dean Ornish, autor del ?best-seller? del
momento: ?Come más, pesa menosí. Esa parece ser la tendencia de los 90: adi?s
al martirio diario de las calorías, adi?s, incluso, a la batalla contra las
grasas y el colesterol.
Otro de los nuevos profetas de la dietolog?a, Richard N. Podell -autor de "La
Dieta Indice G"- sostiene y confirma por experiencia propia que el secreto de
engordar más o menos está en la combinación de los alimentos. Ni corto ni
perezoso, invita a sus lectores a consumir ?moderadamente? chocolate, queso
graso y mantequilla de cacahuete. ?¿No es broma!?, advierte. El caso es que los
norteamericanos parecen haberle tomado la palabra a los nuevos profetas de las
dietas. Con los p?simos resultados que saltan a la vista. En los últimos siete
años, el norteamericano medio entre 25 y 30 años ha ¿engordado? cinco kilos. En
1985, el peso estándar era de 72 kilos con 850 gramos. Hoy por hoy, el promedio
estú en unos 77 kilos con 375 gramos. El dato ha trascendido durante la
celebraci?n de la Sociedad Americana del Corazón. La doctora Cora Lewis,
directora del riguroso estudio, fue la primera sorprendida por los últimos
resultados. ¡Los datos nos demuestran que hay que incidir mucho más en la
educación de la gente, que hace falta incluso apoyo psicológico para combatir
el problema del exceso de peso?. Las modas del ?jogging? y del ?fitness?; la
obsesi?n por los productos sin-azúcar, sin-grasas, bajo en colesterol; la
fiebre de las dietas y las vitaminas; la sobredosis de libros y vadeos sobre la
alimentaci?n ideal, parecen haber surtido el efecto contrario.
Seg?n el último informe del Natural Centre for Health Statistics, los
norteamericanos han disminuido un poco el consumo de grasas y colesterol. Para
compensar las ?p?rdid así, se ha elevado el listún de las calorías.