N-108-UN PAIS LLAMADO CA?TICUS-IIII.
Los cerdos sibaritas de ca?ticus, se revolcaban
en su propia porquería, vomitaban caviar arrancado
al sufrimiento, ensuciaban las alfombras robadas
de las manos de las diosas de la miseria, que fácil
resultaba gastar el botón, de tanto abuso, el oro
robado a los desgraciados.
Un pobre diablo se colgaba de un polvoriento olivo,
mientras los bendecidos por la fortuna se paseaban
en sus maquinas de hierro estafadas a las arcas de
un agradecido pueblo, que los recib?an con vatores
y aplausos, acaso es glamour lo que se construy?
con el expolio y la miseria ajena, acaso se podía
considerar bonito un vestido hecho con jirones de piel,
de un puñado de desgraciados, que se conformaban
con unas migajas de supuesta libertad.
No se le podía pedir a un cerdo, que se duchara,
ni a un ladr?n, que pusiera a buen recaudo, a otro
ladr?n, no se le podía pedir a un avaro, que repartiera
su oro, ni a un injusto, que impartiera justicia, ni peras,
al olmo, ni a un pol?tico ego?sta que se acordara de
los pobres.
Quien recordaré que un día yo transitú por ese mundo,
intentando hacer creer que el reino de los cielos era para
nosotros los desgraciados, que los que robaban miles de
millones seguramente ir?an al infierno, por desgracia quien
podía estar seguro de eso, por lo pronto disfrutaban del
para?so, terrenal, pero para?so al fin y al cabo, gracias al
botón que habían logrado a costa de la miseria de los
estafados ciudadanos de ca?ticus, coches de lujo, sexo
con algunas modelos, que curiosamente ni mirar?an
a un pobre alba?il, aunque fuera un adonis de La belleza,
después vendr?an los regalos caros, aunque ellos lo llamaban
amor, no debieron llamarlo??transacci?n econ?mica.??
EL MINISTRO, SINCERO--an?cdota.
Durante una rueda de prensa, un ministro de ca?ticus,
se presento completamente borracho, los periodistas
aunque lo notaron raro, ninguno se dio cuenta de su
estado, a prop?sito de la recensi?n econ?mica que
asolaba el país y haciendo alarde de una valentía
increíble, un periodista novel le pregunto, señor ministro
la economía va de mal en peor la delincuencia en
alarmante aumento, entonces yo me pregunto para
que sirven los pol?ticos si no tienen recursos para parar
esto, el ministro desencajado le respondi? -usted es
periodista y me hace esa pregunta-sin que sirva de
precedente le voy a ser sincero, los pol?ticos estamos
aquí, para convencerles de cualquier cosa, a cualquier
precio, incluso mintiendo si fuera preciso( por cierto:
la mayoría de las veces, lo es) encima tenemos que
conseguir, que las próximas elecciones nos vuelvan
a votar, de verdad aun piensa usted
??que no tenemos recursos??
FIN--tori21.
Estos escritos, son unos cuentos, sobre un país imaginario,
llamado ca?ticus, advirtiendo que cualquier parecido con
la realidad, de alguna situacion concreta, seria pura
coincidencia y para que conste, así lo manifiesto,tori21,
MUCHAS GRACIAS POR LEER MIS COSILLAS HASTA
SIEMPRE.
N-108-UN PAIS LLAMADO CA?TICUS-IIII.:
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