Aunque China sea el mayor productor, en España disfrutamos hasta en nuestro refranero:
"carne de cochino, pide vino"
"El jamón y el vino a?ejo estiran mi pellejo"
"Echa en tus ollas tus pergaminos, que yo echo en la mía jamón y tocino"
"De la mar el langostino y de la tierra el cochino", y para terminar...
"Del puerco, hasta el rabo es bueno"
Y c**o recuerdo al Día de San Antún (17 de enero) se dice:
Hay 6 cosas que sólo c**o en el día de San Antún: cerdo, cochino, puerco, marrano, guarro y lech?n.
[/img]
Qu? mal trato se le da al cerdo y lo rico que est:
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Os dejo un poemita que justo hace un rato leí en otro foro:
Hubo una vez un cerdo en Inglaterra
que fue el bicho más listo de la Tierra.
Era un tipo genial, todo un portento,
una cabeza llena de talento.
Hacáa largas sumas de memoria,
leña gruesos libros sobre Historia.
Sab?a muchas cosas...y al final
se planteaba la cuestion fatal.
Por vueltas y más vueltas que le daba
jamás la soluci?n se le alcanzaba.
- ¿Qué papel me ha tocado en esta vida?
- era la gran pregunta tan temida -.
?Para qué estoy aquí? ¿Por qué nacá?
¿Qué reserva el destino para mí?
Pensaba en estas cosas tan funestas,
pero jamás hallaba las respuestas,
hasta que una insomne madrugada,
top? con la respuesta deseada.
Peg? un brinco de rana saltarina,
danz? cual consumada bailarina...
- ?Eureka! ¡Lo encontré! La gran cuestión
tiene una contundente soluci?n.
Ya sí lo que me espera: mi destino
?es verme convertido en buen tocino!
Es el granjero un hombre muy astuto,
pero ya he descubierto que es un bruto.
Ya sí por qué me da tan ricas dietas:
?es porque está pensando en mis chuletas!,
porque quiere mi piel, mis solomillos,
mi cabeza, mis pies, mis menudillos...
porque piensa picar muy bien mis chichas
para hacer largas ristras de salchichas...
Ya sí lo que me aguarda: el matadero,
la cuchilla de un fiero carnicero,
las ollas de una gorda cocinera,
??sa es la cruel suerte que me espera!
Así se lamentaba el buen gorrino
pensando en su dram?tico destino.
Y llegó la mañana y el granjero
apareció trayendo su caldero.
- Cerdito, ven aquí, a desayunar,
que tienes que crecer y que engordar.
Y aquel cerdo tan sabio y tan valiente
se ech? sobre el granjero de repente.
Al suelo sin remilgos lo tir?
y all?, con sus pezuñas, lo aplastú.
Después oli? y hoz?, mordi?, quebr?,
chup?, lami?, sorbi?, sabore?...
No cuento mas detalles...Del granjero
tan sol? quedé el ala del sombrero.
El cerdo se comi? hasta la camisa
mascando con fruici?n, sin darse prisa.
Y cuando termin?, muy satisfecho,
se dijo:¿Esto me haré muy buen provecho!
Ha sido un desayuno muy completo,
me siento muy agusto, estoy repleto.
Yo iba a ser hoy la merienda del granjero
pero me lo he comido yo a él primero.
Hubo una vez un cerdo en Inglaterra
que fue el bicho más listo de la Tierra.
Era un tipo genial, todo un portento,
una cabeza llena de talento.
Hacáa largas sumas de memoria,
leña gruesos libros sobre Historia.
Sab?a muchas cosas...y al final
se planteaba la cuestion fatal.
Por vueltas y más vueltas que le daba
jamás la soluci?n se le alcanzaba.
- ¿Qué papel me ha tocado en esta vida?
- era la gran pregunta tan temida -.
?Para qué estoy aquí? ¿Por qué nacá?
¿Qué reserva el destino para mí?
Pensaba en estas cosas tan funestas,
pero jamás hallaba las respuestas,
hasta que una insomne madrugada,
top? con la respuesta deseada.
Peg? un brinco de rana saltarina,
danz? cual consumada bailarina...
- ?Eureka! ¡Lo encontré! La gran cuestión
tiene una contundente soluci?n.
Ya sí lo que me espera: mi destino
?es verme convertido en buen tocino!
Es el granjero un hombre muy astuto,
pero ya he descubierto que es un bruto.
Ya sí por qué me da tan ricas dietas:
?es porque está pensando en mis chuletas!,
porque quiere mi piel, mis solomillos,
mi cabeza, mis pies, mis menudillos...
porque piensa picar muy bien mis chichas
para hacer largas ristras de salchichas...
Ya sí lo que me aguarda: el matadero,
la cuchilla de un fiero carnicero,
las ollas de una gorda cocinera,
??sa es la cruel suerte que me espera!
Así se lamentaba el buen gorrino
pensando en su dram?tico destino.
Y llegó la mañana y el granjero
apareció trayendo su caldero.
- Cerdito, ven aquí, a desayunar,
que tienes que crecer y que engordar.
Y aquel cerdo tan sabio y tan valiente
se ech? sobre el granjero de repente.
Al suelo sin remilgos lo tir?
y all?, con sus pezuñas, lo aplastú.
Después oli? y hoz?, mordi?, quebr?,
chup?, lami?, sorbi?, sabore?...
No cuento mas detalles...Del granjero
tan sol? quedé el ala del sombrero.
El cerdo se comi? hasta la camisa
mascando con fruici?n, sin darse prisa.
Y cuando termin?, muy satisfecho,
se dijo:¿Esto me haré muy buen provecho!
Ha sido un desayuno muy completo,
me siento muy agusto, estoy repleto.
Yo iba a ser hoy la merienda del granjero
pero me lo he comido yo a él primero.
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