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beybey
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Mensaje por beybey » 23 Ene 2007 15:28

EL REGALO DE LOS REYES MAGOS.

Apenas su padre se había sentado al llegar a casa, dispuesto a escucharle c**o todos los días lo que su hija le contaba de sus actividades en el colegio, cuando ésta en voz algo baja, c**o con miedo, le dijo:

- ?Pap??

- S? hija, cu?ntame

- Oye quiero...que me digas la verdad

- Claro hija. Siempre te la digo.- Respondi? el padre un poco sorpredido


- Es que..- titube? Cristina

- Dime hija, dime.-

- Pap? ¿existen los Reyes Magosí.-

El padre de Cristina se quedé mudo, mir? a su mujer, intentando descubrir el origen de aquella pregunta, pero sólo pudo ver un rostro tan sorprendido c**o el suyo que le miraba igualmente.

- Las niñas dicen que son los padres. ¿Es verdad?.-

La nueva pregunta de Cristina le oblig? a volver la mirada hacia la niña y tragando saliva le dijo:

- ¿Y tú qué crees, hija?

- Yo no se, papá,.que sí y que no. Por un lado me parece que sí que existen porque tu no me enga?as, pero c**o las niñas dicen eso

- Mira hija efectivamente son los padres los que ponen los regalos
pero..

- ?Entonces es verdad?- , cortú la niña con los ojos humedecidos.- ¿Me habeis engañado !

- No, mira, nunca te hemos engañado porque los Reyes Magos sí que existen,- respondio el padre cogiendo con sus dos manos la cara de Cristina
- Entonces no lo entiendo papá.-

- Si?ntate, cariño, y escucha esta historia que te voy a contar porque
ya ha
llegado la hora de que puedas comprenderla.- dijo el padre mientras
señalaba
con la mano el asiento a su lado.

Cristina se sentú entre sus padres ansiosa de escuchar cualquier cosa
que le
sacase de su duda, y su padre se dispuso a narrar lo que para él debi?
de
ser la verdadera historia de los Reyes Magos:

Cuando el Niño Dios nació, tres Reyes que ven?an de Oriente guiados por
una
gran estrella se acercaron al Portal para adorarle. Le llevaron regalos
en
prueba de amor y respeto y el Niño se puso tan contento y parec?a tan
feliz
que el más anciano de los Reyes, Melchor, dijo:

- ¿Es maravilloso ver tan feliz a un niño!. Deberíamos llevar regalos a
todos los niños del mundo y ver lo felices que seráan.-

- ?Oh,sí!.- exclam? Gaspar.- Es una buena idea, pero es muy difícil de
hacer. No seremos capaces de poder llevar regalos a tantos millones de
niños
c**o hay en el mundo.-

Baltasar, el tercero de los Reyes, que estaba escuchando a sus dos
compa?eros con cara de alegría comentú:

- Es verdad que seráa fantástico, pero Gaspar tiene razón y, aunque
somos
magos, ya somos ancianos y nos resultar?a muy difícil poder recorrer el
mundo entero entregando regalos a todos los niños. Pero seráa tan
bonito.

Los tres Reyes se pusieron muy tristes al pensar que no podrían realizar
su
deseo.

El Niño Jesús que desde su pobre cunita parec?a escucharles muy atento
sonri? y la voz de Dios se escuch? en el Portal:

- Sois muy buenos, queridos Reyes, y os agradezco vuestros regalos. Voy
a
ayudaros a realizar vuestro hermoso deseo. Decidme ¿qué necesitais para
poder llevar regalos a todos los niños?

- ?Oh, Se?or!- dijeron los tres Reyes postr?ndose de rodillas.
Necesitar?amos millones y millones de pajes, casi uno para cada niño que
pudieran llevar al mismo tiempo a cada casa nuestros regalos, pero..no
podemos tener tantos pajes..no existen tantos.-

- No os preocup?is por eso - dijo Dios - yo os voy a dar , no uno sino
dos
pajes para cada niño que hay en el mundo.-

- ?Seráa fantástico! ¿pero cómo es posible? - dijeron a la vez los tres
Reyes con cara de sorpresa y admiraci?n.

- Decidme, ¿no es verdad que los pajes que os gustaría tener deben de
querer
mucho a los niños?- preguntó Dios.

- S? claro, eso es fundamental - asistieron los tres Reyes.

- Y, ¿verdad que esos pajes deberían conocer muy bien los deseos de los
niños?-

- Sí, sí. Eso es lo que exigir?amos a un paje - respondieron cada vez
más
entusiasmados los tres.

- Pues decidme, queridos Reyes, ?hay alguien que quiera más a los niños
y
los conozca mejor que sus propios padres? -

Los tres Reyes se miraron asintiendo y empezando a comprender lo que
Dios
estaba planeando cuando la voz de nuevo se volvi? a o?r:

- Puesto que así lo hab?is querido y para que en nombre de los Tres
Reyes de
Oriente todos los niños del mundo reciban algunos regalos, YO, ordeno
que en
Navidad, conmemorando estos momentos, todos los padres se conviertan en
vuestros pajes, y que en vuestro nombre, y de vuestra parte regalen a
sus
hijos los regalos que deseen. También ordeno que, mientras los niños
sean
pequeños, la entrega de regalos se haga c**o si la hicieran los propios
Reyes Magos.Pero cuando los niños sean suficientemente mayores para
entender
esto, los padres les contarén esta historia y a partir de entonces, en
todas
las Navidades, los niños harén tambiénregalos a sus padres en prueba de
cariño. Y, alrededor del Bel?n, recordarén que gracias a los Tres Reyes
Magos todos son más felices.-


Cuando el padre de Cristina hubo terminado de contar esta historia, la
niña
se levantú y dando un beso a sus padres dijo:

- Ahora sí que lo entiendo todo papá. Y estoy muy contenta de saber que
me
queréis y que no me hab?is engañado .-

Y corriendo se dirigi? a su cuarto regresando con su hucha en la mano
mientras decía:

- No sí si tendré bastante para compraros algún regalo, pero para el año
que
viene ya guardaré más dinero.-

Y todos se abrazaron mientras a buen seguro, desde el Cielo, tres Reyes
Magos contemplaban la escena tremendamente satisfechos.

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Mensaje por SIRENA64 » 24 Ene 2007 18:10

1000 luci?rnagas


Ella lo era todo para él.
Durante mucho tiempo fuí imposible verlos separados. Desde aquel inocente día en el que él le pidió que le acompañase al cine todo era especial. Eran sólo dos y eran un universo aparte en el que todo era perfecto. Eran todo y no eran nada si no estaban juntos. Y cuando aquel jueves él no recibió una llamada de ella, sino de un impasible polic?a todo su universo se vino abajo.
No le importaron mucho los detalles de lo sucedido, ya que eso no le serviría para dejar de llorar.
Dej? de ser un hombre, sus días eran una cuesta arriba en la que cada vez le era más difícil llegar al final. Dej? de comer, de asearse, no dormía, simplemente lloraba am?rgamente el amor que se le había arrebatado. Cuando decidi? acercarse al parque en el que tenía pensado pedirle matrimonio, no esperaba encontrarse con aquel anciano. Cuando le preguntó por qué lloraba, le contestú.
- La persona a la que más he querido en el mundo a muerto.
- ¿Y eso te entristece? Te confiar? un secreto - le dijo el anciano - Existe una forma de hacerla volver.
?l se quedo consternado, y le preguntó cómo.
- Si eres capaz de encontrar a las 1000 luci?rnagas, volverá.
En los siguientes días no podía dejar de pensar en las palabras del enigm?tico anciano. Sin nada más en la mente que el rostro de ella y las mil luci?rnagas, se deshizo de todo lo que tenía para emprender el viaje en busca de las 1000 luci?rnagas. Viajo por todos los lugares del mundo, pero nadie sabía nada sobre aquello. Busc? en montañas, en praderas y en bosques sin encontrar nada. Los años pasaban y su b?squeda no cesaba. Sus familiares y amigos intentaban convencerle de lo infructuoso de su b?squeda, pero él solo podía pensar en las 1000 luci?rnagas que le aguardaban para encontrarse de nuevo con ella.
Y un día, en el claro de un bosque, se derrumb?.
Llorando desconsoladamente, de rodillas en el suelo y con las manos en la hierba, le pedía perdón. Le pedía perdón a ella por haberla fallado y por su actitud irracional, y por toda aquella estépida b?squeda de un ideal imposible. Se odi? amargamente por dejarse llevar por un sueño, por una irracionalidad y por el deseo de querer realizar algo imposible.
Y entonces, por el claro del bosque, apareció una luz brillante.
Se quedé perplejo, e intento averiguar que era lo que produc?a aquella luz. Entrecerr? los ojos, pero solo podía distinguir aquella gran luz, sin poder concretar que era lo que la produc?a. Pero era una luz tan brillante que pensá que sólo las 1000 luci?rnagas podrían haberla producido.
De rodillas en el suelo aguard?, mirando fijamente aquella luz, esperando que sucediera algo.
Y entonces comprendi? las palabras del enigm?tico anciano. Porque cuando observaba aquellas luci?rnagas que iluminaban el claro, record? aquel día en el que la bes? por primera vez. Record? el primer día en el que se dijeron te quiero, en el que se amaron por primera vez. Y entonces comprendi? que ella no volvería, pero seguir?a estando viva cada día en su memoria. Comprendi? que no seráan los actos de ese amor perdido el que le daréa fuerzas, sino sus recuerdos.
Con la poca fuerza que le quedaba en las piernas, se puso de pi? y comenz? a caminar hacia aquella luz. Y no era la sonrisa de su amada la que le guiaba.
Para siempre, seráan 1000 luci?rnagas las que iluminasen su camino.


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Tori21
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Mensaje por Tori21 » 24 Ene 2007 21:16

PRECIOSO SIRENITA-has alegrado a este pobre
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Mensaje por SIRENA64 » 25 Ene 2007 12:51

ALAS

Hubo un tiempo en que la historia esperaba para escribirse al día siguiente. Por entonces, el mundo se bastaba a sí mismo, pero para el joven Kumbi nada resultaba extraño y sí nuevo todo lo que acontec?a desde que el dios Chen?za se ocultaba hasta que volvía a renacer. Todo lo lejos que alcanzaba su memoria siempre había sido así, lo había escuchado en los consejos de la tribu de boca de los guerreros más aguerridos. Ahora era su turno. Desde el confin de los or?genes la selva había marcado la ley de sus antepasados. Para un indio tup?a esto significaba un paso adelante en el crecimiento c**o ser.
Kumbi abandon? el poblado, desnudo, mientras la tribu entera le daba la espalda. Formaba parte del rito. Atr?s dejaba la infancia y, al regreso de su aventura, volvería con las alas del Cutzhul, p?jaro de cresta azul, el trofeo que lo convertía en adulto y lo transportaba a su verdadero sitio en la tierra. Se intern? allí donde se perdían las sendas, temeroso, pero con orgullo, ataviado tan solo con las pinturas de guerra que el anciano Scham? le traz? sobre el rostro c**o correpondía a un futuro jefe. Desde un principio advirti? el peligro, aquella espesa sensaci?n a su alrededor. También lo aprendi? en los consejos, el gran guerrero Endaole contó en una ocasión cómo hubo de transformarse en ?rbol para descubrir la faz de sus perseguidores. Por eso, Kumbi tomó raudo sus precauciones, dispuesto a superar las tres pruebas que lo devolverían victorioso a la aldea. La más compleja de ellas, para su sorpresa, fue la primera en realizar con ?xito. Agradeci? a los dioses la circunstancia de disponer el encuentro con aquel cad?ver de caim?n y lo tomó c**o un inmejorable presagio. Confeccion? con la piel del reptil un taparrabos para cubrirse y, avezado por el triunfo, se prepar? para la prueba siguiente.
El ave de cresta azul habita las copas altas de los b?libos, que abundan en los lugares h?medos y pueblan las orillas de los r?os. Encaramado en lo alto, el joven guerrero acechaba el aleteo nervioso de los p?jaros sagrados; su tronco erguido y el entramado de sus ramas lo convertían en el observatorio ideal. Una noche en que la vieja hermana Toancal menguaba pudo vislumbrar desde su refugio el motivo de su escondido temor... La sombra del fiero Jagua rastreaba entre el follaje y el indio supo que no quedaba mucho tiempo, aunque tampoco durmi? aquella noche.
Inici? la vuelta al poblado con su tocado de plumas azules recién estrenado, ansioso por abrazar a la pequeña Laioa, su recompensa por cruzar el umbral de la adolescencia. En la última prueba, el Schami, encarnación viva del dios supremo, concedía el don del guerrero a la vista de los míritos obtenidos y en presencia del resto de la tribu. Pero antes de que toda la comunidad celebrase la fiesta de su madurez el iniciado debía de esperar la llegada del alba nueva para su entrada triunfal en el poblado.
Coincidi? por entonces que la ausencia de la hermana Toancal no iluminaba la noche y que el aliento del Jagua rondaba aún más cerca de sus pasos. Cuando el indio cruz? la oscuridad del poblado burlando el sueño de los centinelas su j?bilo victorioso no le cab?a en sí de gozo. No le fue difícil encontrar la caba?a de la bella Laioa, tantas veces que so?? con su encuentro; se habían criado juntos y ahora, por fin, podrían formar pareja, pues tal seráa el deseo que le conceder?a su nuevo rango a la mañana siguiente.
Ya despuntaban los primeros rayos del Gran Padre Chen?za cuando los guerreros tup?a empuñaron sus armas dispuestos para la caza. Fue entonces, en el lindero con la selva cuando hallaron los restos de sangre y plumas azules diseminados entre señales de lucha. No muy lejos, colgado de una rama rota, pendía el deshilachado taparrabos de piel. Y entonces, lo descubrieron... la silueta moteada del jaguar desapareció de un ?gil salto entre la vegetaci?n. Dicen que la ira del dios del Mundo fue tan inmensa que de una pisada borré la tribu tup?a de la faz de la selva...
-Cr?ame, amigo, ahí abajo viven seres que cambian para seguir siendo. El verdor de ese universo frondoso tiene un precio...
El teniente había escuchado durante el trayecto la historia del viejo nativo, que gesticulaba con vehemencia al tiempo que pilotaba el aeroplano. Manejaba los mandos con la maestr?a de un veterano maquinista ferroviario. Sobrevolaban la isla cuando el teniente se inclin? hacia la ventanilla. En aquella zona, efectivamente, la costa semejaba la huella de un gigantesco pie... Por un momento quedé absorto en la idea de un dios enfadado por la ineptitud de sus fieles. Desde la altura, el corazón verde de la selva brillaba c**o una joya sagrada.
El ala del aparato le sacá del estupor, al virar, y sonri? para sus adentros. La misi?n tocaba a su fin, podría ahora felicitar a los muchachos.


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Mensaje por Tori21 » 25 Ene 2007 15:17

MUY BONITO,TORI.
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SIRENA64
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Mensaje por SIRENA64 » 26 Ene 2007 14:56

LA RANA KE TENIA PELO

Esta si que es una historia casi increíble, pues estamos hartos de o?r, siempre que nos referimos a cosas imposibles, que tal o cual cosa ocurrir? cuando las ranas críen pelo.

Esto que parece imposible en la vida real, no es tan impensable en los cuentos, ya que jugamos con la fant asía y lo mismo que nos parece de lo mas normal el que un cerdito pueda hablar o el que un mu?eco de madera pueda convertirse en un niño de verdad, tampoco nos parecer? irrealizable lo que le ocurrió a la rana protagonista de nuestro cuento.

Todo empez? cuando una bonita rana, a quien sus parientes conocían c**o Sebastiana, empez? a tener ideas muy raras, pues nada mas y nada menos la dio por pensar en el hecho de que, si muchos animales tenían el cuerpo protegido con pelos (c**o los mam?feros en general), otros lo tenían con plumas (c**o por ejemplo las aves) y otros con escamas (tal c**o los peces), era un fastidio que las ranas no tuviesen ninguna de estas protecciones y tuvieran el cuerpo desnudito.

No la serv?a para nada el que sus parientes la dijeran que con el cuerpo desnudo se nadaba mejor, ya que ella les ponía el ejemplo de los peces, que con sus escamas eran capaces de nadar mejor y mas rápido que cualquier rana del mundo.

También intentaban consolarla diciendo que las plumas seráan un estorbo para dar saltos y atrapar a las moscas que pasan volando. La rana Sebastiana les contestaba diciendo que los p?jaros insectúvoros, c**o por ejemplo las golondrinas, tenían mucha ventaja en el arte de cazar moscas al vuelo.


En cuanto al hecho de tener pelo c**o los mam?feros, solo se podían apreciar ventajas en este asunto. El pelo les sirve para protegerse de multitud de peligros para su cuerpo, c**o por ejemplo el roce contra cualquier cosa que pinche o corte y además tiene la ventaja importantúsima de servir de abrigo y así no tener problemas con los fríos del invierno.

O sea que la pobre Sebastiana no estaba en absoluto de acuerdo con la Madre Naturaleza en cuanto al reparto de aptitudes a los animales de su especie y siempre estaba quej?ndose de tal circunstancia.

Ella por su parte tambiénestuvo haciendo pruebas al respecto y ya en alguna ocasión intentú colocarse un montoncito de plumas que encontré en el interior de un nido de grullas que ya habían abandonado sus ocupantes. Se peg? lo mejor que pudo las plumas en las patas y en la espalda e intentú dar un vuelo cortito aprovechando la potencia de su salto. El vuelo termin? en un golpetazo contra unas cañas del pantano donde viv?a.

También intentú meterse dentro de un aparente abrigo de pelo que se encontré; este abrigo había pertenecido a una anciana ardilla que había muerto atropellada por un coche y es todo lo que quedaba de ella después de que el resto de su cuerpo fuese aprovechado por las urracas, hormigas y otros animalillos que pasaron por all?.

Se acopl? c**o pudo dentro de aquella piel intentando adaptarla lo mejor posible a su cuerpo de rana. Aparte de que la ven?a muy grande el traje, no había forma de apa?arse con aquella ropa tan tiesa y estuvo a punto de ser tambiénatropellada por otro coche, al que esquiv? gracias a que la dio tiempo a dar un salto grandásimo y se libr? por los pelos. Mejor dicho, estuvo a punto de morir por los pelos (los del traje que tan inoportunamente llevaba).

Con el tema de probar con las escamas de pez, ni siquiera lo intentú después del susto tan grande que había tenido con su última experiencia.

De todas formas, en el poquito rato en que Sebastiana estuvo llevando el traje de ardilla, fue vista por una cig?e?a que pasaba por allí buscando ranas para comer y quien se quedé extrañad?sima de lo que vio y luego fue por todo el valle diciendo que había visto una rana con pelo. Este hecho fue lo que dio origen a la leyenda de una rana que tenía pelo y tambiéna que todas las amigas de la cig?e?a la llamasen mentirosa, pero esto ya es tema de otro cuento


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Mensaje por Tori21 » 26 Ene 2007 15:38

HOLA ME ALEGRO QUE LO PASES BIEN OYENDO CHIRIGOTAS,Y COMIENDO PESCADITO, CLARO QUE SIENDO UNA SIRENA, ES L?GICO,
QUE TE GUSTE EL PESCADO (es broma)
Última edición por Tori21 el 06 Jun 2007 01:40, editado 1 vez en total.

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Mensaje por SIRENA64 » 28 Ene 2007 21:45

La cig?e?a mentirosa





Quede claro que yo sí que vosotros no sois de los niños que dicen mentiras, pero por si acaso tenéis algún amiguito o amiguita que acostumbre a decir mentirijillas, os recomiendo que le contóis lo que le pasó a la cig?e?a de este cuento para que aprendan que mentir es una fea costumbre y que solo trae complicaciones y ninguna ventaja.

Os estoy hablando de Piquirroja, una preciosa cig?e?a que había nacido en un nido muy grande, situado encima de un poste de madera que hay en la orilla de un prado, casi pegadito a la carretera de El Escorial (a la izquierda según se va desde Madrid), y a mitad de distancia mas o menos entre el pantano de Valmayor y la villa de El Escorial (El Escorial de abajo, que no tiene nada que ver, aunque está muy cerca, con San Lorenzo del Escorial, que es donde está el famoso monasterio).

Esta cig?e?a hubiera sido una cig?e?a más, si no fuera porque tenía una tonta man?a. Desde que era chiquitina, ya tenía la man?a de decir pequeñas mentiras sin venir a cuento. Por ejemplo, les decía a sus padres que su hermanita cig?e?a le había comido su parte de una pequeña culebra que les habían tra?do para el desayuno, lo que era una pequeña mentira, pero que a ella le parec?a que con eso sus papas la querr?an mas y no se daba cuenta de que a sus padres no les podía enga?ar, pues tenían muy buena vista y se habían dado cuenta de que eso no era verdad.

Ya cuando era un poco mas mayor, empez? a presumir de que una de sus abuelas había sido la que había tra?do de París al hijo de los reyes de España cuando nació. Esto, al principio se lo creyeron las demás cig?e?as de su entorno, pero al final se fueron dando cuenta de la mentira, pues hace ya mucho tiempo que se sabe que las cig?e?as ya no traen a los niños desde París.

En otra ocasión estuvo presumiendo de haber cazado la culebra mas grande del mundo, una anaconda de mas de seis metros de grande. c**o os podéis figurar, nadie se lo crey?, sobre todo porque las anacondas no viven en España de ninguna manera, así es que la pescaron rápidamente en la mentira.

Otra vez dio que hablar con otra mentirijilla, pues Piquirroja decía que en uno de sus vuelos había llegado tan alto que estuvo a punto de chocar con un avión. Al final termin? confesando su mentira y explicó que sólo lo había dicho para darse importancia.

En fin, tantas mentiras fue diciendo, que llegó un momento en que ya no la creían nada de lo que dijera. Además, la cambiaron el bonito nombre de Piquirroja por el nombre de Aranera, pues eso es lo que significa mentirosa.

Todas estas mentiras la fueron haciendo perder amistades, pues a nadie le gusta tener amigos mentirosos, así es que se lo estuvo pensando mucho y decidi? no volver a mentir nunca jamás para conservar los pocos amigos que la quedaban y recuperar la credibilidad entre todos sus conocidos.

Entonces la ocurrió una cosa que fue definitiva para su decisi?n de no volver a decir nunca mentiras. Sucedi? en uno de sus viajes de inspecci?n para buscar comida por su zona de caza (las cig?e?as comen pequeñas culebras, ranas, sapitos, lagartijas, ratoncillos y demás bichos del campo).

Seg?n iba volando por el cielo observ? una cosa muy rara, pues resulta que una rana se había estado probando c**o traje una piel de ardilla que encontré por el campo. (La historia de esta rana la encontrareis en el cuento de ?La rana que tenía pelo?). La sorpresa que se llevé la cig?e?a Aranera al ver una rana con pelo, la llevé a salir pitando y contórselo a sus vecinas cig?e?as.

?He visto una rana con pelo?, iba repitiendo por todas partes, y claro, con la fama de mentirosa que tenía, pues ninguna cig?e?a se crey? una cosa tan inveros?mil y fijaros bien, ahora que decía la verdad, pues se encontré con que todos estaban convencidos de que mentía de nuevo.

Menos mal que fue en su ayuda una urraca que tambiénhabía sido testigo del asunto del traje de pelo de ardilla de la rana Sebastiana y pudo acreditar ante todo el mundo el que en esta ocasión Aranera estaba diciendo la verdad.

A partir de entonces nunca dijo mas mentiras y poco a poco todas sus amistades fueron recobrando la confianza con ella y al final de todo volvieron a llamarla Piquirroja c**o era su verdadero nombre.



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Mensaje por Tori21 » 28 Ene 2007 22:06

precioso el de la pitirroja arenera,
Última edición por Tori21 el 06 Jun 2007 01:41, editado 1 vez en total.

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Mensaje por SIRENA64 » 29 Ene 2007 11:20

LA LEONA Y SUS CACHORROS

Frente a la montaña más alta de Africa , el Kilimanjaro, se extienden ?mplias llanuras boscosas y selv?ticas, con riachos que bajan de las nieves eternas de la alta cima. Es un para?so para todos los animales, donde se puede estudiar el equilibrio de la naturaleza, donde todos los animales dependen de otros en la cadena alimentaria. Todos matan por comer, a diferencia del hombre.
Es una mañana muy soleada y calurosa una leona retoza recostada en una piedra, y bajos sus ojos y o?dos se encuentran jugando cuatro cachorros, que hace poco dejaron de depender de las mamas de la madre , pues, ya tienen los primeros dientes..
La tarde anterior, la leona salió a buscar una manada de impalas, y despues de mucho esfuerzo logró cazar a uno, asegurando por varios días la alimentaci?n para la familia. Los cachorros desgarraban un trozo de carne, que la madre les asegur?.
La leona para las orejas, creyendo haber o?do un ruido y se levanta ojeando alrededor, no ve nada. Espera un rato parada, lista para escapar con los cachorros. Pero, los ruidos son los habituales del viento en las hojas, las aguas que bajan por el arroyuelo, siempre el mismo sonido. La leona vuelva a tirarse pero esta vez en posici?n de más alerta. Crey? o?r el crujido de una rama que se pisa, no que se desgaja de un ?rbol. Mientras los cachorros sin alejarse comen , otro que se aleja, la madre inmediatamente lo toma con la boca, de la piel y lo vuelve acercar.
El le?n que la pre?? y le gener? la familia, esta comiendo muy tranquilo, ya que generalmente no cuida de los cachorros ni busca comida teniendo su leona . Es ésta que se encarga de esa tarea. Para eso es el rey de la selva y lo deben servir. Alto privilegio que por naturaleza lo aprovecha.
A veces, debe luchar casi a muerte con otro macho que aparece en la época de celo y que quiere copular a su hembra. Muchas veces la leona cambia por otro, que ahuyenta al suyo. La naturaleza es brutal, despiada, pero equilibrada..Cada le?n tiene su territorio y si logra defenderlo, es porque todavía no es viejo y si encuentra un intruso más díbil.prosigue con su familia..
De pronto se oye un disparo que impacta en el le?n , que mal herido intenta escapar, un segundo disparo, termina con su vida.
Son cazadores ilegales, pues la zona es protegida, pero nunca la protecci?n siempre es eficiente.
La leona rapidamente escapa llevando un cachorro con la boca hacia un sendero del bosque, lo deja en una cueva , luego vuelve a buscar a otro cachorro y hace lo mismo , hasta esconder a toda su prole . Esta más cerca del agua, pero protegida por la cueva. Ella sabe que los cazadores saben que donde hay un le?n , tiene que haber cerca una leona.. Pasan dos días, y los cazadores ya pasaron, llevéndose la piel del padre de sus cachorros.
Ahora, tiene que resolver un problema, el de la comida, si sale a buscarla, los cachorros ya con dientes, si bien es cierto que buscaréan su comida con animales chicos, se le pueden dispersar y para ella eso es temprano.
Cuando sus crías están durmiendo, se desliza silenciosamente a buscar un venado, los que están en bandadas y es más fácil atraparlo o impalas, pero éstos son muy rápidos. Pasa un día entero, y consigue un mono bastante grande que andaba poco ?gil o enfermo. Lo tomó fácil, lo mata y lo arrastra hasta la cueva, son c**o cinco kil?metros, llega extremadamente cansada. Lo primero que ve que faltan dos crías, pero, enseguida las encuentra. La leona se siente feliz, diréa un ser humano..
Después de pasar dos días más, la leona oye la voy humana y crujir de ramas, bastante fuerte. Rapidamente tomó entre sus dientes el primer cachorro y cruz? el arroyuelo por la parte menos profunda y lo dejé en la otra orilla. Luego, rapidamente fuí por el segundo y así hizo lo mismo con el tercero. Fu? a buscar el último cr?o y cuando estaba en el medio del arroyo, oy? un tiro, el que le roz? la espalda y soltú la cr?a que cay? al agua, pero, de inmediato la recogi? y llegó a la otra orilla. Di? vuelta su cabeza y vi? que a unos cuarenta metros, un niño de unos quince años le estaba apuntando con un arma, mientras su padre le gritaba.
___Hijo, rem?tala, antes que se aleje, dale hijo..
___Pap?, no puedo, mira c**o se lleva a sus crias.
___Hijo, nunca vas hacer algo en la vida, por tu falta de decisi?n.
___ c**o crees que yo hice fortuna. Arregl? con las autoridades, por un pago me dejan cazar, yo sí que es ilegal y está mal hecho, pero si no hubiese hecho esto, no tendríamos la fortuna que tenemos ni el buen pasar. __Ni vos ni tu madre hubieran viajado por el mundo.
___Pap?, yo no puedo hacer ésto, vos no viste c**o la leona con sus ojos me pidió que no la matara.
___Esas son pamplinas, hijo, me avergonzaste, yo creí que vos seráas cazador c**o yo.
El chico pensá que la leona levemente herida y sus cuatro crías estaban a salvo y su conciencia estaba tranquila, lo hizo sonreir.
A los treinta y cinco años, aquel chico que contradijo al padre, era miembro de Greenpeace y Vicepresidente de la Asociaci?n de la Defensa del Animal en Kenia (Africa), una leona con sus cachorros le cambió la vida??????????????????..


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