CUENTOS:

[SIRENA64]

Un día Alfredo, despertú en una vaspera de Navidad, muy contento, pues una fecha muy importante estaba por llegar. Era el día del aniversario del Niño Jesús, y es lógico, el día en que Pap? Noel vendr?a de visita c**o todos los años.

Con sus cinco añitos, esperaba ansiosamente el caer de la noche, para volver a dormir y espiar la media que estaba en el frente de la puerta, pues no tenía ?rbol de Navidad. Se durmi? muy tarde, para ver si conseguía atrapar a aquel "viejito", pero c**o el sueño era mayor que su voluntad, se durmi? profundamente.

En la mañana de Navidad, observ? que su media no estaba all?, y que no había presente alguno en toda su casa. Su padre desempleado, con los ojos llenos de lágrimas, observaba atentamente a su hijo, y esperaba tomar coraje para hablarle, que su sueño no existía, y con mucho dolor en el corazón lo llama:

- ?Alfredo, hijo mío, ven acá!

- ?Pap??
- ¿Que ocurre hijo?
- Pap? Noel se olvido de mí...

Hablando de eso, Alfredo abraza a su padre y los dos se ponen a llorar, cuando Alfredo habla: ?El tambiénse olvidé de ti papá?

- No, hijo mío. El mejor presente que yo podría haber ganado en la vida está en mis brazos, y quédate tranquilo, pues yo sí que Pap? Noel no se olvidé de ti. Pero todos lo otros niños vecinos están jugando con sus presentes... él se olvidé de nuestra casa.

No se olvidé... ?El presente te está abrazando ahora y va a llevarte a uno de los mejores paseos de tu vida! Y así fueron a un parque y Alfredo jug? con su padre durante el resto del día, volviendo recién en el comienzo de la noche. Llegando a casa muy somnoliento, Alfredo fue para su cuarto y escribió para Pap? Noel:

"Querido Pap? Noel, yo sí que es demasiado tarde para pedir alguna cosa, pero quiero agradecer el presente que me diste. Deseo que todas las Navidades que yo pase, hagas que mi padre olvide sus problemas y que él pueda distraerse conmigo, pasando una tarde maravillosa c**o la de hoy.

Gracias por mi vida, pues descubr? que no es con juguetes que somos felices, y sí con el verdadero sentimiento que está dentro de nosotros, que el Se?or despierta en las Navidades.

De quien te agradece por todo:

Alfredo.

Y se fue a dormir.

Entrando al cuarto para dar las buenas noches a su hijo, el padre de Alfredo vio la cartita y a partir de ese día, no dejé que sus problemas afectasen la felicidad de ellos y comenz? a hacer que todos los días fuesen Navidad para ambos. Si un niño de cinco años consigui? percibir que los mejores presentes que se pueden recibir no son materiales... ¿Por qué nosotros no hacemos lo mismo?

Que todos hagamos que cada día sea una Navidad, valorando la Amistad, Cariño y todos los buenos sentimientos que existen dentro de nosotros. Al final, las únicas cosas que podremos llevarnos de esta vida, son los sentimientos que hagamos brotar en los corazones de quienes amamos y los recuerdos hermosos de nuestro camino por esta vida quedarén guardados en nuestras almas y corazones... ?Verdad que s??

Felices Fiestas.
http://holidays.blastcomm.com/

[Tori21]

ESTOY TOTALMENTE DE ACUERDO EL MEJOR REGALO ES EL CARI?O Y A LA ATENCION DE LOS PADRES,PRECIOSO LO QUE NOS PONES

[SIRENA64]

ESTOY TOTALMENTE DE ACUERDO EL MEJOR REGALO ES EL CARI?O Y A LA ATENCION DE LOS PADRES,PRECIOSO LO QUE NOS PONES REINA,UN BESO

a ti por leerme

[SIRENA64]

Milagros de Navidad

Hab?a una vez, en un pequeño pueblo, un viejo cura p?rroco famoso y respetado por su sabidur?a y su bondad.

Su parroquia, bastante alejada de la plaza central del pueblo, se mantenía casi ignorada y oscura durante todo el año. Sin embargo cada diciembre, cuando se acercaba la Navidad la calle entera de la iglesia parec?a adquirir luz propia. Es verdad que el desproporcionado ?rbol de Navidad que el anciano armaba en el cipr?s de la vereda, frente a la iglesia, irradiaba un brillo incomparable, pero no era sólo eso. Cada ladrillo del frente del viejo edificio parec?a iluminarse desde adentro y alumbrar la que hasta unas horas antes era una de las calles más oscuras del barrio. Desde la otra punta del pueblo se veía la luminosidad que parec?a expandirse desde la vieja parroquia elev?ndose en el cielo.

Quiz? por eso, quiz? por la nobleza del viejo cura, hombre puro de alma y esp?ritu y sacerdote de fe inquebrantable, quiz? por la suma de todas las cosas, la Navidad tra?a al pueblo un hecho que para muchos representaba su milagro navide?o.

Cada año, para estas fechas, todos lo que tenían un deseo insatisfecho, una herida en el alma o la imperiosa necesidad de algo importante que no habían podido lograr iban a ver al viejo cura. El se reun?a con ellos, los escuchaba, y los convocaba para que prepararan su corazón para un milagro antes de las doce de la noche del veinticuatro de diciembre.

Cuando el día esperado llegaba y todos estaban reunidos frente a la parroquia, el cura encendía todavía algunas velas más alrededor del ?rbol, y luego recitaba una oración en voz muy baja... c**o si fuera para él mismo. Dicen... Que cada Navidad Dios escuchaba las palabras del p?rroco cuando hablaba.

Dicen que a Dios le gustaban tanto las palabras que decía, dicen que se fascinaba tanto con aquel ?rbol de Navidad iluminado de esa manera, dicen que disfrutaba tanto de esa reunión cada Nochebuena... Que no podía resistir el pedido del cura y concedía los deseos de las personas que ahí estaban, aliviaba sus heridas y satisfacáa sus necesidades. Cuando el anciano muri?, y se acercaron las navidades, la gente se dio cuenta que nadie podría reemplazar a su querido p?rroco. Cuando llegó diciembre, sin embargo, decidieron de todas maneras armar el ?rbol de Navidad frente a la parroquia e iluminarla c**o lo hacía en vida el sacerdote.

Y esa Nochebuena, siguiendo la tradición que el cura había instituido, todos los que tenían necesidades y deseos insatisfechos se reunieron en la vereda y encendieron velas c**o habían aprendido del viejo p?rroco...

Se hizo un silencio. Nadie sabía lo que el viejo p?rroco decía cuando el ?rbol se iluminaba por completo... c**o no conocían las palabras, empezaron a cantar una canci?n,

[Tori21]

HOLA SIRENA 64
FELIZ NAVIDAD EN COMPA??A DE TUS SERES QUERIDOS,
TORI.

[SIRENA64]

hola tori21 yo aki terminando de hacer los preparativo de la cena ke c**o buen ama de casa me toca a mi

felices fiestas

[SIRENA64]

EL BUSCADOR

Esta es la historia de un hombre al que yo definir?a c**o buscador
Un buscador es alguien que busca. No necesariamente es alguien que encuentra. Tampoco esa alguien que
sabe lo que está buscando. Es simplemente para quien su vida es una b?squeda.
Un día un buscador sinti? que debía ir hacia la ciudad de Kammir. él había aprendido a hacer caso riguroso a
esas sensaciones que ven?an de un lugar desconocido de sí mismo, así que dejé todo y parti?. Después de dos
días de marcha por los polvorientos caminos divis? Kammir, a lo lejos. Un poco antes de llegar al pueblo, una
colina a la derecha del sendero le llam? la atenci?n. Estaba tapizada de un verde maravilloso y había un
montón de ?rboles, p?jaros y flores encantadoras. La rodeaba por completo una especie de valla pequeña de
madera lustrada? Una portezuela de bronce lo invitaba a entrar. De pronto sinti? que olvidaba el pueblo y
sucumbi? ante la tentaci?n de descansar por un momento en ese lugar. El buscador traspaso el portal y
empez? a caminar lentamente entre las piedras blancas que estaban distribuidas c**o al azar, entre los
?rboles. Dej? que sus ojos eran los de un buscador, quiz? por eso descubri?, sobre una de las piedras, aquella
inscripci?n ? ?Abedul Tare, vivi? 8 años, 6 meses, 2 semanas y 3 dí así. Se sobrecogi? un poco al darse
cuenta de que esa piedra no era simplemente una piedra. Era una l?pida, sinti? pena al pensar que un niño de
tan corta edad estaba enterrado en ese lugar? Mirando a su alrededor, el hombre se dio cuenta de que la
piedra de al lado, tambiéntenía una inscripci?n, se acerc? a leerla decía ?Llamar Kalib, vivi? 5 años, 8 meses
y 3 seman así. El buscador se sinti? terrible mente conmocionado. Este hermoso lugar, era un cementerio y
cada piedra una l?pida. Todas tenían inscripciones similares: un nombre y el tiempo de vida exacto del muerto,
pero lo que lo contactú con el espanto, fue comprobar que, el que más tiempo había vivido, apenas
sobrepasaba 11 años. Embargado por un dolor terrible, se sentú y se puso a llorar. El cuidador del cementerio
pasaba por ahí y se acerc?, lo mir? llorar por un rato en silencio y luego le preguntó si lloraba por algún familiar.

- No ningún familiar ? dijo el buscador -¿Qué pasa con este pueblo?, ¿Qué cosa tan terrible hay en esta
ciudad? ¿Por qué tantos niños muertos enterrados en este lugar? ?Cu?l es la horrible maldici?n que pesa
sobre esta gente, que lo ha obligado a construir un cementerio de chicosí.
El anciano sonri? y dijo: -Puede usted serenarse, no hay tal maldici?n, lo que pasa es que aquí tenemos una
vieja costumbre. Le contaré: cuando un joven cumple 15 años, sus padres le regalan una libreta, c**o esta
que tengo aquí, colgando del cuello, y es tradición entre nosotros que, a partir de all?, cada vez que uno disfruta
intensamente de algo, abre la libreta y anota en ella: a la izquierda que fu lo disfrutado?, a la derecha, cuanto
tiempo dur? ese gozo. ? Conoci? a su novia y se enamor? de ella? ?Cu?nto tiempo dur? esa pasi?n enorme y
el placer de conocerla??¿Una semana?, dos?, ?tres semanas y media?? Y después? la emoción del primer
beso, ?cuánto dur??, ?El minuto y medio del beso?, ?Dos dí así, ¿Una semana? ? ?y el embarazo o el
nacimiento del primer hijo? ?, ?y el casamiento de los amigos??, ?y el viaje más deseado??, ?y el
encuentro con el hermano que vuelve de un país lejano???Cu?nto dur? el disfrutar de estas situaciones??
?hor así, ?dí así? Así vamos anotando en la libreta cada momento, cuando alguien se muere, es nuestra
costumbre abrir su libreta y sumar el tiempo de lo disfrutado, para escribirlo sobre su tumba. Porque ese es,
para nosotros, el único y verdadero tiempo vivido.
EL ELEFANTE ENCADENADO

Cuando yo era chico me encantaban los circos, y lo que más me gustaba de los circos eran los animales.
También a mí c**o a otros, después me enteré, me llamaba la atenci?n el elefante. Durante la funci?n, la
enrome bestia hacia despliegue de su tamaño, peso y fuerza descomunal... pero después de su actuaci?n y
hasta un rato antes de volver al escenario, el elefante quedaba sujeto solamente por una cadena que
aprisionaba una de sus patas clavada a una pequeña estaca clavada en el suelo. Sin embargo, la estaca era
solo un min?sculo pedazo de madera apenas enterrado unos centímetros en la tierra. Y aunque la cadena era
gruesa y poderosa me parec?a obvio que ese animal capaz de arrancar un ?rbol de cuajo con su propia fuerza,
podría, con facilidad, arrancar la estaca y huir. El misterio es evidente: ¿Qué lo mantiene entonces? ¿Por qué
no huye? Cuando tenía 5 o 6 años yo todavía en la sabidur?a de los grandes. Preguntú entonces a algún
maestro, a algún padre, o a algún tío por el misterio del elefante. Alguno de ellos me explicó que el elefante no
se escapaba porque estaba amaestrado. Hice entonces la pregunta obvia: -Si está amaestrado,¿por qué lo
encadenan? No recuerdo haber recibido ninguna respuesta coherente. Con el tiempo me olvide del misterio del
elefante y la estaca... y sólo lo recordaba cuando me encontraba con otros que tambiénse habían hecho la
misma pregunta. Hace algunos años descubr? que por suerte para mí alguien había sido lo bastante sabio
c**o para encontrar la respuesta: El elefante del circo no se escapa porque ha estado atado a una estaca
parecida desde muy, muy pequeño. Cerr? los ojos y me imagin? al pequeño recién nacido sujeto a la estaca.
Estoy seguro de que en aquel momento el elefantito empuj?, tir?, sud?, tratando de soltarse. Y a pesar de todo
su esfuerzo, no pudo. La estaca era ciertamente muy fuerte para él. Jurar?a que se durmi? agotado, y que al
día siguiente volvi ? a probar, y tambiénal otro y al que le seguía... Hasta que un día, un terrible día para su
historia, el animal acept ? su impotencia y se resign? a su destino. Este elefante enorme y poderoso, que vemos
en el circo, no se escapa porque cree -pobre- que NO PUEDE. él tiene registro y recuerdo de su impotencia,
de aquella impotencia que sinti? poco después de nacer. Y lo peor es que jamás se ha vuelto a cuestionar
seriamente ese registro. Jamás... jamás... intentú poner a prueba su fuerza otra vez...

[Tori21]

HOLA,SIRENA 64,AUNQUE E LE?DO LOS DOS EL DEL ELEFANTE ME A GUSTADO MUCHO,PUES REFLEJA LA SENSACI?N DE IMPOTENCIA DE MUCHOS,QUE CURIOSAMENTE NO DEJA DE SER ESO UNA SENSACI?N,



FELIZ NAVIDAD-BON NADAL.

[SIRENA64]

LA LECHERA
Iba alegre la lechera camino del mercado. Con paso vivo, sencilla y graciosa, sostenía sobre su cabeza un c?ntaro lleno de leche. Ese día se sentía realmente feliz y a medida que se iba acercando al pueblo, su dicha aumentaba.¿Por qué? Porque la gentil lechera caminaba acompañada por sus pensamientos y con la imaginación veía muchas cosas hermosas para el futuro.
"S?-pensaba-.Ahora llegará al mercado y encontraré en seguida comprador para esta riquísima leche. Sin duda, han de pag?rmela a buen precio, que bien lo vale.
"En cuanto consiga el dinero, allí mismo compraré un canasto de huevos. Lo llevar? a mi caba?a y de ese montón de huevos, lograr? sacar , ya hacia el verano, cien pollos por lo menos. ?Ah, que feliz me siento de pensarlo solamente! Me rodear?n esos cien pollos piando y piando y no dejar? que se le acerque zorra ni comadreja enemiga.





tori wenosa dias si solo es una sensacion

[SIRENA64]

LOS ANIMALES Y LA FIESTA DEL CURA DE ENARE

Hab?a una vez un cura en Enare. Era sabio y hablaba el idioma de los animales. Dec?an que aprendi? en la soledad y en las alturas, allí donde no había gente con quien hablar, ni siquiera con los lapones, quienes iban a la Iglesia sólo en feriado y una sola vez por año.
Un día, sin embargo, el cura de Enare quiso hacer una fiesta. Y, al no existir gente en los alrededores, decidi? invitar a los animales. Así que mandé la invitaci?n con el b?ho de la montaña. El b?ho, que volaba lejos y tenía la voz fuerte, cumpli? el recado mejor que nadie.
Muchos animales fueron invitados: el oso y el lobo, el zorro azul de la montaña, el glotún y el caballo, la vaca y la oveja, la cabra y el reno, el cisne y la gallina, el ganso y la grulla, el cuervo y otros animales.
El primer invitado fue el oso, quien, pensando que lo festejar?an por ser el rey del bosque, se sinti? alagado y se puso en camino. El trayecto era largo y él estaba cansado. Uf, uf..., se escuchaba en su andar pesado y lento.
M?s adelante se encontré con un muchacho lap?n, quien cazaba perdices en la montaña.
-Buenos días Pelaje espeso -le salud? el muchacho-. ?Adónde v así
-A la fiesta del cura de Enare -contestú el oso y sigui? andando.
-¿No vayas, Pelaje espeso! -le gritú el muchacho-. Tienes el pelaje espeso y fino, que allí te la quitar? el cura.
-?De ver así -dijo el oso. Se volvi? y desapareció en el bosque.
Después, el lobo llegó chapoteando. Chap, chap, chap, se o?a cuando andaba, pues c**o era astuto, y no quería dejar huellas, avanzaba por las aguas y los bordes de los pantanos.
-Buenos días, Rabo largo -le salud? el muchacho-. ?Adónde vas chapoteando?
-A la fiesta del cura de Enare -contestú el lobo.
-?Ten cuidado! -le advirti? el muchacho-. Tienes la piel hermosa y caliente, que allí te la quitar? el cura.
-Quiz?s tengas razón. M?s vale precaver que lamentar -dijo el lobo y se volvi? chapoteando en dirección al bosque.
Al poco rato, el glotún llegó trotando. Tro, tro, tro, se escuchaba cuando trotaba, porque pisaba de un solo golpe con la planta de sus patas.
-Buenos días, Ruido de lija -le salud? el muchacho-. ?D?nde vas al trote?
-A la fiesta del cura de Enare -contestú el glotún y sigui? trotando.
El muchacho corri? tras él y le dijo:
-?Cuidado, Ruido de lija! El cura te arrojar? en el tabique.
-No importa -dijo el glotún-. Roer? el tabique y huir?.
-?Cuidado, Ruido de lija! El cura te amarrar? con una soga.
-Entonces me desamarrar? -dijo el glotún.
-?Cuidado, Ruido de lija! El cura te arrancar? el pellejo -le advirti? el muchacho.
-?Crees? -dijo el glotún, dubitativo-. Si es así, me vuelvo de inmediato.
Y se alej? trotando hacia el bosque.
Tiempo después, el caballo llegó al galope, orgulloso y haciendo flamear la crin. Galopando, galopando.
-?D?nde vas al galope? -le preguntó el muchacho.
-A la fiesta del cura de Enare -le contestú el caballo.
-?Cuidado, Cabeza de cepillo!. El cura te atar? a una carreta.
-Entonces me desatar?.
-?Te encerrar? en el establo!
-Entonces saltar? por encima del establo.
-?Te daré golpes y golpes!
-Entonces le devolverá los golpes.
De modo que el caballo sigui? galopando, hasta llegar a la Iglesia del cura, quien lo encerr? en el establo, lo atú a una carreta y lo convirti? en su bestia de carga.
Detr?s del caballo, la vaca llegó a trancos.
-?D?nde vas a trancos? -le preguntó el muchacho.
-Voy a la fiesta del cura de Enare -mugi? la vaca.
-Cuidate, Pelo hirsuto -le advirti? el muchacho-. El cura te orde?ar? la leche.
-Entonces le daré una cornada -mugi? la vaca y prosigui? a trancos su camino.
Cuando llegó a su destino, el cura de Enare la encerr? en la vaqueriza y la convirti? en animal domástico. Lo mismo hizo con la oveja y la cabra, con el reno y el perro, con el gato y con otros animales que, por no seguir los consejos del muchacho lap?n, ahora viven sometidos a los caprichos de un amo. En cambio los otros animales, los que escucharon los consejos, viven todavía libres en el bosque.