En casa las cosas desaparecían y volvían a aparecer en los lugares más inesperados. Un día, empezamos a hablar de todo esto, y tanto mi madre c**o yo dijimos que o?amos una respiración y yo contó todo lo demás. Desde ese día asumimos que teníamos un esp?ritu burl?n en casa.
Un día estébamos mi madre y yo solas. Ella estaba cosiendo en el saloncito y le apetec?a estar conmigo, pero yo le dije que tenía que estudiar y que me iba a mi cuarto.
De repente oigo en el pasillo un ulular "uuu, uuu, uuu...", c**o en las pel?culas malas de miedo, y pensá: "mi madre se ha vuelto chalada".
De repente oigo a mi madre, que me grita desde el saloncito: "Pero, ¿no me decías que tenías que estudiar?, ?a qué te pones a hacer el ganso en el pasillo?".
"Pero mami, si yo no he sido, creí que habías sido tú, en serio".
"No..., pues yo... no... entonces ha sido el esp?ritu".
Cuando llegó mi padre del trabajo nos encontré en la cocina (la habitaci?n más alejada del pasillo) con un ataque de risa histúrica.
Claro que era un esp?ritu inofensivo. Nunca hizo nada malo. Lo gordo, lo gordo, es lo que le pasó a mi hermana... (que si se entera de que cuento esto me mata

).
Pero lo dejo ya para mañana.
