T? que le viste enganchado a ti, te entré el agobio y empezaste a girar y el pekines detr?s de ti, tú cada vez más agobiada, no sabias c**o quitarte aquella cosa de encima y girabas y girabas y el pekines ya volaba alrededor tuyo c**o en un TIOVIVO y el dueño del perro y yo por allí tambiénmedio enredados intentando calmarte.
Yo pensaba: c**o se suelte la correa, esta al perrillo no lo vuelve a ver, va a salir volando por lo menos a veinte kilometros.
Al fin paro la noria, soltamos al pekines, que debería tener un mareo... Siempre que nos acordamos de aquello nos reimos recordando al pobre perro volando, es que beben los vientos por ti... A ese no le quedaron ganas de acercarse a una perra en una buena temporada
