Aunque conseguí controlar la ansiedad de la Semana Santa, al volver de nuevo a mi casa y reincorporarme al trabajo (donde estos días hay una tensi?n que se corta en el ambiente), la ansiedad ha vuelto a aparecer. Y con ella mi imposibilidad de controlar lo que me he llevado a la boca.
¡Consecuencia? Pues que peso 2,6 kg más que antes de las vacaciones de semana santa. Sólo esta semana, me he puesto encima más de un kg.

Pero...
NO ME DA LA GANA.
Que todo lo del trabajo y tal es muy importante, pero que yo lo soy más.
Y que todos me dicen que estoy estupenda y guapísima y no quiero estropearlo volviendo a engordar, sino justo lo contrario: adelgazar lo que me falta, para estar aún mejor.
Así que:
"A mis wachis pongo por testigos de que no volverá a dejar que la ansiedad me venza. De que hoy mismo voy a controlar lo que me meto en la boca, y volver a contar mis 21 puntitos, que estos días atrás, ni me los contaba.
A mis wachis pongo por testigos, de que aunque me haya ca?do, me voy a levantar, y seguir el camino hasta mi meta.
Y cuento con mis wachis para apoyarme cuando flaquee, y animarlas cuando yo me sienta fuerte.
?NO SIN MIS WACHIS!
La semana que viene, por mis wachis que he perdido peso"


