Mensaje
por Pocola » 14 Mar 2005 23:11
Pues no sé si tenemos suerte o no. Vivimos el momento en que nos ha tocado vivir, y ya esté, nos guste o no ?a que s??
Pero es verdad que me hab?is tra?do a la memoria tantas cosas.
Yo tengo 44 años, y un padre ??muy caprichoso!! Cuando nacá ya había tele en mi casa (en 1960, que cumplo 45 en el mes de agosto, majas), de manera que cuando se casaron Balduino y Fabiola, vino todo el pueblo a mi casa a ver la boda (y es de risa, porque yo, al final, he acabado viviendo en B?lgica).
Cuando mi padreelcaprichos decidi? cambiar la heladera esa que arriba tenía el bloque de hielo que tra?a el heladero con unas pinzas enoooormes, por un frigor?fico c**o Dios manda, pues lo puso en el sal?n, en la esquina de al lado de la tele ?es que era otro de los inventos modernos! ?Os imagin?is ahora tener el frigor?fico en el sal?n????? Pues así era mi casa. Una cutrer?a, vista desde ahora.
La lavadora, eso sí que era alucinantemente primitivo: una cubeta redonda, más grande que la Thermomix, pero con funciones similares, que sólo lavaba. Luego había que pasar todas esas s?banas, mogollones de s?banas, que ?ramos mogoll?n en casa, por unos rodillos, para quitar el jab?n (esa era mi tarea, me encantaba!); y luego, ven?a el aclarado. Pero yo tambiénrecuerdo, en verano, cuando ?bamos al campo y no había lavadora, esas s?banas, que se lavaban en esos lavaderos enormes, que se hinchaban con el agua, que luego se tendían sobre el c?sped al sol para secarse ???es que me estéis haciendo revivir toda mi infancia, majas!! ¿Y ese olor a lej?a, madre!
Ah, y, ya que estamos en un foro de cocina. Yo recuerdo, de pequeñajilla, la cocina de mi casa, de carbón, que mi madre, aunque yo fuera una cr?a, ya me enseñaba, no a cocinar, sino a limpiarla, con arena o algo que parec?a arena, y daba gusto lo brillante que quedaba tras frotarla con no me acuerdo ya qué tipo de estropajo, que era algo lleno de pelos, y las cenizas que había que vaciar con un badil de una puertecita que había a eso de la altura del horno (no s?, mis recuerdos respecto a las alturas del horno y del hueco por donde había que vaciar las cenizas son muy vagos).
Enfin, que nuestras madres tenían un trabajo de lo peorcito, pobrecitas mías, y, además, con tanto churumbel alrededor.
Y ahora, hala, la Thermomix y demás.
Por eso, este verano me he sentido un poco c**o pagando una deuda cuando a mi preciosa y querida madre le he regalado el bisho ese.
Y no veáis lo que lo está disfrutando. M?s que yo, corasonsitos.