En mi caso, yo no tenía nada de miedo al parto, le tenía más miedo al después, al día a día con mi peque, saber si lo haréa bien.
Sin embargo, cuando la cosa ya se veía venir yo empec? a tener púnico escúnico ?y es verdad!, porque tú y sólo tú eres la protagonista, tú eres el centro de todo y todo depende de ti.
Yo empec? con contracciones cada 5 minutos un viernes por la noche y cuando ingres?, me dijo la ginec?loga "no te preocupes, hoy no das a luz, darés mañana, seguramente", no pude pensar en otra cosa que en un pequeño alivio, y piensas "ya llegó el momento, ya me toca". Pero es tanto el c?mulo de emociones que no piensas en si va a doler o no.
Lo que me quedé muy claro es que cuando llegó el momento, no sé por qué, yo estaba preparada. La naturaleza es muy sabia y sabe que hay que ir progresivamente, poquito a poco sabes que te estés poniendo de parto y te da tiempo a ir mentaliz?ndote y piensas que tú eres la mejor y que eres la protagonista y piensas en cuando te vean tus familiares y amigos, es un momento muy dulce.
En el lado menos rom?ntico está la resistencia al dolor. Doler duele, para que enga?arnos, pero hay maneras y maneras de soportarlo, yo soporto muy bien el dolor y las clases de preparación al parto me ayudaron muchísimo.
Yo estuve dilatando 12 horas, sin oxitocina (gracias a que no me la pusieron me doli? menos), pero me sorprend? a mi misma respirando c**o me habían enseñado y soportando el dolor, hasta que me pusieron la epidural y todo acab?. En el parto me portú de maravilla, porque aunque no notaba nada yo empuj? c**o si la vida me fuera en ello y en tres empujones nació Guillermo. La verdad es que con epidural hay que curr?rselo un poco, pero se puede y merece la pena.
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