
Madre mía, Joy, parece otro niño... Lo que ha cambiado, está muy guapo, me encanta la foto con el gato naranja. Y la de la cesta

. Yo antes tenía que coger dos cestas, una para la compra y otra para Hernán, jejejeje.
Deberías haber secuestrado un gato y llevértelo a Londres, así se acabaron los sutos por ratones,
Por cierto, entiendo a Rob, pobreee, normal que se escapase dos días a ver a su hijo. nosotras no seráamos capaces de pasar tanto tiempo sin ellos.
Un beso para los tres
