La harina sin gluten engorda igual que la harina con gluten.
Las personas intolerantes al gluten no tienden a engordar, lo único que ocurre es que cuando han estado sometidas a una dieta con gluten, siempre antes de saber que son celiacas, el intestino no asimila los nutrientes necesarios para su organismo, con la consiguiente perdida de peso. Cuando hace una correcta dieta exenta de gluten, están bien alimentadas y tienen un peso adecuado. Si se estaba muy delgado se cogeran unos kilitos muy sanos.
