Fui al Carrefour Los Patios ayer tarde (y acab? comprando dos libros más de cocina, c**o siempre). Y al bajar del coche o? un ruido agudo. Le comentú a mi marido que me habia parecido oir un maullido. El ruido se repiti?. Y otra vez. No habia duda. Era un maullido, maullido de gato joven, jovenc?simo, y asustado. Me puse a mirar alrededor busc?ndolo bajo los coches, pero no lo encontraba. Hasta que lo vi agazapado entre dos coches, tendría un mes y medio o dos, no mas, con las patas y la barriguita blancos y el lomito de rayas grises, romanito.
Yo estaba pensando en que cara pondrían mis gatas cuando apareciera con un hermanito para ellas en casa cuando vi otra cosa.
Delante de él se agitaba un dedo. Un dedo de una mano de un chico de unos veintipocos (alto, fuertote, pelo muy corto, guapo....) que intentaba llamar su atenci?n. el bichito se agachaba asustado pero adelantaba la naricita con curiosidad. Dio dos pasitos y quiso echarse para atrás, pero el chico no lo dejé. Lo agarr? del lomo con esa manaza enorme, y lo revolc? en el suelo al agarrarlo para que no se escapara.Lo cogi? en brazos y lo metió en el coche.
Allí ya el gatito no parec?a querer irse, se le veia cómodo en brazos de aquel chico, y si hubierais visto la cara de felicidad del muchacho con aquella bolita en su regazo, sentado en el coche, sin saber muy bien c**o cogerlo...parecia que le hubieran hecho un regalo. La novia se re?a a carcajadas, moviendo la cabeza c**o diciendo ?vaya lo que hemos encontrado...!
Yo segu? mi camino, mir?ndoles y sonriendo c**o todos los que vimos la escena; con un poco de pelusilla porque durante un instante me hizo ilusión pensar en recogerlo yo, pero contenta de ver que para ese bichito empezaba una vida mucho mejor que la que habia tenido.
Gracias por vuestra atenci?n
