
María, me recuerdas a mí, que tiré un molde de Pyrex a la basura, del cabreo que me entró cuando se me pegó una tarta de queso y no la pude desmoldar.
Los moldes desmontables son muy puñeteros...

A mí, la primera vez que hice el pastel de queso y chocolate, se me empezó a salir por debajo, y no veas qué cabreo (hasta que cuajó y dejó de salirse, pero perdí bastante cantidad). A partir de entonces, sigo el consejo que me dio Alegna, y forro los moldes desmontables por fuera con papel de aluminio, así no se salen.
De todas maneras, la pinta es de muerte. Y tengo una cerveza Alhambra en la nevera, así que igual me animo y todo.
