- Los colores más favorecedores son aquellos que asemejan el tono natural de la tez tras hacer ejercicio. Éstos suelen ser suaves rosados y melocotones, más que los terracotas.
- Es importantísimo aplicar el colorete con una buena brocha, grande y, a ser posible, redonda, para obtener un efecto natural.
- Empape la brocha de colorete y retire el exceso bien con un pequeño golpecito en el dorso de la mano o soplando sobre ella. Conviene no aplicar nunca demasiado color de una sola vez, pues el exceso es muy difícil de retirar.
- Los coloretes en crema o en gel son una solución perfecta para conseguir un resultado natural, ya que se extienden con mucha facilidad y quedan muy translúcidos.
- El colorete debe aplicarse en lo más alto de los pómulos, con un gesto circular y ascendente. Para encontrar el punto justo de aplicación, sonría ampliamente: ésa es la parte donde se extiende el producto, y desde allí, suavemente hacia las sienes.
- Puede dar otro toque sutil de color en el centro de la barbilla y de la frente, pero siempre y cuando sea de forma muy ligera, como un toque de aire fresco.
- Si aplica demasiado producto y queda con las mejillas demasiado encendidas, atenúe el color con un suave toque de polvos translúcidos, que suavizan el efecto final y corrigen el exceso.

