Una mañana bien lluviosa, no paró de llover, aunque ello no nos impidió acabar con las existencias de la tienda.
Increíble,



y las que iban saliendo, debajo de la lluvia en la acera


A ver quién es la que luego dice que no compró


En The American Store no hice fotos, pues era tanta el agua que caía, y cada quien estaba por su lado, que fue como quien dice imposible

Y a las 3 a comer en el Restaurante De Prado. Todo buenísimo como siempre





Y por supuesto Hugo, después de una mañana tan ajetreada también quería comer



Y a las pocas horas de ésta suculenta comida, vendrá la cena


PROXIMAMENTE.........