Llega Pepito a la farmacia y pide un preservativo; paga y se va.
Al poco rato regresa y pide uno más grande.
El farmacéutico le pregunta:
- "¿Cómo que uno más grande?"
- "Sí, es que el otro me quedó chico".
El boticario le da uno más grande. Minutos después, Pepito regresa nuevamente y pide un condón todavía más grande.
- "A ver Pepito, no creo que necesites uno más grande.
De todos modos, te voy a dar el más grande que tengo, es más, vamos a un cuarto y te voy a ver cuando te lo pongas".
Pepito comienza a ponérselo en la cabeza y el farmacéutico le grita:
- "¡No, pendejo, ahí no se pone!"
- "Ya sé, lo que pasa es que voy a ir a una fiesta de disfraces, y me quiero ver bien verga".
