Este es un señor que ingresaba todos los días en el banco 200.000 pts., así que el director de la entidad, todo mosca, da la orden que si vuelve a aparecer con más pasta al siguiente día, que le hicieran pasar a su despacho. Y tío volvió con más dinero.
Le hacen pasar al despacho del jefe y éste va directamente al grano:
- 'No se nos ha pasado desapercibido que usted ingresa todos los días 200.000 pesetas. ¿De dónde las saca usted?'.
- 'Pues muy simple. Apuesto y siempre gano.'
- '¿Y qué apuesta?'
- 'Lo que se me ocurra. Por ejemplo, le apuesto que me puedo comer mi ojo izquierdo.'
- '¡Venga ya! No me lo creo.'
- '¿Hacen 50.000 pts.?'
- '¡Apostadas!'
El tío se saca el ojo postizo y se lo come.
- '¡Oh! increíble. Me ha ganado. ¡Y parecía tan real!'
- 'Mire, me cae bien. Le apuesto doble a nada que tengo los huevos cuadrados.'
- 'Eso sí que es imposible, venga, 100.000 pts.'
Va el hombre y se baja pantalón y calzoncillos.
- '¿Ve como era imposible que los tuviera cuadrados?'.
- '¡Usted toque y ya verá!'
El banquero, mosca, le palpa las partes.
- 'De cuadradados nada, ¡he ganado 50.000 pts!'.
- 'Está bien, aquí tiene. ¿Pero ve a aquel cajero de allí? Pues le he apostado 200.000 a que usted me tocaba los huevos.'
