Un Arabe le pidio dinero prestado a un Judio. Sucede que el Arabe jamas habia pagado una deuda, y el Judio jamas habia perdido un solo centavo en alguna transaccion. Paso el tiempo y el Arabe habia estado escondiendose del Judio, y este nunca habia logrado agarrarle para que le pagara. Hasta que un dia ellos se cruzaron en el bar de un gallego, ahi comenzaron a discutir. El Arabe acorralado, no encontro otra salida, saco una pistola, se la puso sobre su propia cabeza y dijo:
- Podre irme al infierno, pero no pagare esta deuda.
Y apreto al gatillo, cayendo muerto de inmediato. El Judio no quiso hacer menos, asi que agarro la pistola del arabe, la puso sobre su cabeza y dijo:
- Voy a recibir este dinero aunque sea en el infierno!
Y jalo el gatillo, suicidandose tambien. El gallego que habia observado todo, tomo el mismo revolver, lo puso sobre su cabeza y dijo:
- Carallo! Yo por nada del mundo me pierdo esta pelea...
