Para aprovechar bien el horno hice más de dos kilos, las dos bandejas del horno llenas ya que tienen que estar mucho tiempo pero merecio la pena. La receta pues es un poco a ojo, escaldé los tomates en agua hirviendo, los pasé por agua helada y pelé. Luego corté en 4 pétalos y les quité todo el agua y las memillas, se colocan en el horno hacia arriba y los regué con un hilillo de aceite un poco de azúcar moreno, sal unas láminas de ajo, tomillo y romero. Pensaba poner también laurel pero se me olvidó.
Al horno unas 3 ó 4 horitas a fuego lento y después de enfriarse los puse en los botes y cubrí con aceite y a la nevera. Tomarlos a temperatura ambiente, una delicia.



