A ver que os voy contando, mi niña de cuatro añitos está encantada (de momento, porque es muy muy mimosa y ya veremos cómo lo lleva después)
El papá estaba tan mentalizado como yo de que las cosas no iban bien que cuando le fueron a dar la noticia le dijeron que mejor se sentara porque había tenido casos de desmayos de algún papá en estos casos.

Cuando por fin reaccionó no podía dejar de llorar de alegría.
Y yo sigo igual que ayer, que cada vez que lo pienso me pongo toda emocionada a dar gracias a mi ángel de la guarda particular (que es mi madre que murió hace seis años) que con el genio que ella tenía me ha mandado el bebé que encargamos este año y el que perdí el año pasado
