Qué razón tienes Seli, guapa. Lo más cotidiano muchas veces es lo más bello, gracias a los pequeños detalles.
Pues cositas, cositas que me llenan de felicidad:
*hoy he ido, literalmente corriendo, a entregar una cosa al ayuntamiento, sudando como un pollo a l'ast y eso que hacía un ventorro frío que flipas, pero con la carrera yo estaba suant, jeje... he llegado a tiempo, y si ganamos... ¡¡¡las calles de Valencia tendrán nuestros carteles felicitando la Navidad!!!

Nos haría tanta ilusión, mi jefa, mi compi y yo nos lo hemos currado, ahora falta ver qué opinan
*he comido en casa de mis padres, les he contado cositas, les he abrazado, me he dejado mimar y hasta me he quedado un poco sopas en el sofá
*dentro de un ratín tengo pilates y me pone contenta.
*le he hecho una invitación online a una amiga (la que tiene la tienda de ropa y que me regala idem de vez en cuando, jiji) y le ha encantado
*tengo música en mi cabeza, como dice Cris.
*en el metro, yendo a casa de mis padres, he recordado una parida que hicimos una amiga y yo y me ha dado la risa, yo sola... jajaja... si es que estoy un poco loca
*y volviendo, esperando el metro también, como llevaba mi mp3, estaba escuchando una canción que es imposible no bailarla, y ahí estaba yo moviendo los pies y los hombros, tratando de ser discreta, pero aún así veía cómo la gente me miraba
*ya en casa, estoy en la gloria, en el despachito, con la puerta cerrada porque lo he caldeado, con el quemador con aceites esenciales que huelen genial, con la música que me encanta... ays... estoy feliiiiiiiiiiiiiiz.
*y cuando ha llegado mi chico del despacho me he puesto más contenta!!! Las mariposas siguen en mi estómago cuando lo veo y eso me hace infinitamente feliz
