Yo creo (y es mi humilde opinión) que deberías dejarlos más a su aire.
Yo tenía a Terra con sus 3 años, acostumbrada a que todas las atenciones eran siempre para ella, hasta que llegó Rustu con 2 meses y medio. Ella al principio no lo podía ni ver, hasta el punto que estuvieron una semana separados. Ella estaba suelta en casa y él encerrado en una habitación.
Todos los días lo sacábamos un rato. Al principio ella le bufaba y no lo dejaba casi acercarse, pero te aseguro que después de un par de buenos revolcones empezaron a soportarse. Ella ganaba por corpulencia (le quintuplicaba el tamaño) y él ganaba por rapidez. En una semana decidimos que no podíamos seguir así, con lo que Rustu empezó a quedarse fuera siempre que estábamos en casa, incluso de noche. Los dos primeros días cuando salíamos, lo metíamos en la habitación. Cuál no fue nuestra sorpresa, que cuando volvíamos a casa, la gata se ponía a raspar la puerta para que lo sacáramos. Así que ya estaban preparados para quedarse juntos, aunque de vez en cuando se pelearan.
Lo que en un principio era un rechazo por parte de la gata, poco a poco, comenzó a convertirse en un juego y hasta día de hoy, cuatro años después, siguen corriendo la una detrás del otro y el otro detrás de la una por todo el pasillo. Es siempre el mismo juego y siempre acaba igual, con un revolcón. Unas veces gana ella y otras veces gana él (que ahora le dobla el tamaño). Lo hacen para jugar, aunque de vez en cuando alguno se pase en el juego y el otro se moleste, y se bufen y se escape algún que otro zarpazo. Pero eso es normal, no quiere decir que no se lleven bien.
Entiendo que te pueda dar cosa verlos bufarse e incluso darse algún zarpazo que otro, pero es que es así. Si estás siempre encima de ellos, jamás se soportarán.
Mi recomendación es que los dejes juntos y los vigiles sin que ellos se den cuenta. Es decir, no estés pendiente de ellos todo el rato. Déjalos a su aire, que vayan y vengan por la casa a su antojo, tampoco los obligues a estar juntos, que estén donde quieran estar, da igual si juntos o separados y cuando oigas que se están peleando, vete despacio, observa, y si la cosa llega a mayores entonces da un grito en plan 'qué está pasando aquí!!!' y sepáralos, pero no reprendas a ninguno de los dos, ni protejas a ninguno con preferencia sobre el otro.
Espero que esto te ayude, yo siempre he tenido gatos, y cuando ha venido un nuevo miembro a formar parte de la familia siempre hemos actuado así y nos hay ido bien.
Suerte y paciencia
