Pues resulta que hoy he ido a comprarme ropa y para empezar, ya no he ido a las tallas grandes, sino que directamente he ido a Escorpión a mirar jerseys, porque me encanta el punto. Total, que he visto uno muy mono y sólo lo tenían en la tallas S, M y L. He cogido la L pensando que me quedaría muy ajustada y ....¡sorpresa! me iba perfecto... os parecerá increíble, pero ahí ha sido cuando me he dado cuenta de todos los kilos que he perdido, quizás porque en casa sólo tengo ropa grande de cuando pesaba más o no sé porqué, el caso es que me he visto en el espejo como si fuera otra, una chica más delgada a la que le quedaba todo bien.
Para rematar la faena, después me he probado un vestido de punto de la talla 42 y oye, me quedaba un poco pequeño, pero no demasiado, y no parecía la salchicha peleona



Que gustazo empezar a entrar en las tallas "normales"



