Me parece perfecto que cada uno tenga la libertad de ocuparse de las relaciones con su respectivas familias...pero, desgraciadamente, eso no es lo habitual...lo habitual es que se hagan planes (vacaciones, puentes, comidas familiares..etc.) con las familias de nosotras (yo soy mujer y reconozco nuestros defectos) y a las familias de nuestras parejas sólo en contadíiiiiiiiiiisimas ocasiones y casi, casi que esperamos que nos hagan la "ola". Nos gustaría que nuestras parejas se fueran una parte de sus vacaciones con su familia????? Nos vamo con ellos de buen grado??? En el caso de irnos con las nuestras.....a que es totalmente diferente?? ..Si nuestra suegra viene a nuestra casa la atendemos con la misma amabilidad (no digo cariño porque no sería lógico)que a nuestra madre...ó estamos siempre con la cara de vinagre???'Eso es así y si lo queremos "disfrazar" pues lo "disfrazamos"...pero no es la realidadArdid escribió:La cuestión no está en querer, muchas veces, si no en cubrir un hueco que el otro deja.flori escribió:Nadie pretende que la relación suegra-nuera sea igual que la relación madre-hija...pero eso de que las relaciones familiares las dirige la mujer...porqué?? La mujer puede dirigir "su" relación con "su" familia...pero porqué tiene que dirigir la relación de "su" pareja con "su" familia???' ahí está el quid de la cuestión...que queremos dirigir todo...hasta lo que no nos corresponde
Mi experiencia es justamente esa. Yo no me llevo con mi suegra. Pero ni bien ni mal. Simplemente yo renuncié a esa obligación femenina de interlocución con la familia política. Yo llamo a mi madre con mucha asiduidad, sé cómo están, llamo a mis hermanos, quedo con ellos, etc. Mi pareja no. Simplemente se le olvida. Lo va dejando, lo va dejando. Apenas llama, apenas visita. Y eso no quiere decir que no quiera a su familia, pero no necesita un contacto tan fluido con ella. Su madre yo sé que se ofende (y con toda la razón). A veces le llama con retintín, y él se siente culpable y se promete llamarla más, pero simplemente se le olvida. Pero lo malo no es que mi suegra crea que su hijo no se preocupa por ella. Es que cree que nosotros no nos preocupamos por ella. Pero yo, como ya he dicho, renuncio a esa responsabilidad. Yo tengo a mi familia y él tiene a la suya. Eso no significa que separemos afectos, sólo responsabilidad.
Pero si nosotras dirigimos en la mayoría de las ocasiones las relaciones es porque ellos simplemente se abstienen. Y nosotras recogemos la responsabilidad (unas con más gusto y otras con menos). Yo, por ejemplo, renuncié a ello. Si mi pareja quisiera que fuéramos a visitarla más a menudo, yo iría con él, repito que no tengo mala relación. Pero lo que no hago es estar encima de él: llama a tu madre, vayamos a verla. Ni ocupo su papel, llamándola yo, enterándome de cómo es su vida y contándosela a él después

