





Este año no las he hecho de leche, sino de vino y miel, las típicas sevillanas vamos.. en realidad la receta es casi igual, varia muy poco de unas casas a otras, pero ya digo que os la pongo para que las veais





1 paquete de pan de torrijas ( lo venden en supermercados y panaderias) o pan de barra duro cortado en rodajas
3 huevos batidos
aceite de oliva
4 cucharadas de azúcar
un litro de vino blanco
2 cáscaras de naranja y/o de limón
1 palo de canela
500 gr de miel
500 ml de agua
Calentar un poco el vino con el azúcar, una de las cáscaras y el palo de canela, para conseguir evaporar un poco el alcohol y para que coja sabor de esos ingredientes.
Calentar abundante aceite con el palo de canela y la otra cáscara, friéndolos un poco para que este aceite también coja saborcito y retirar la canela y la cáscara.
Remojar las rebanadas de pan en el vino, solo meter y sacar, sino quedarán muy mojadas, además de que el vino al estar caliente empapa más rápido. Pasar por huevo batido y freírlas en el aceite hasta que estén doradas.
Hay que ir colando el aceite de vez en cuando ya que se ensucia rápidamente y es conveniente freírlas en tandas pequeñas para que no amontonarlas y que se nos puedan romper. Escurrirlas sobre papel absorbente.
Después ir colocándolas en una fuente ordenadamente. Una vez que tenemos todas, dar un hervor a la miel con el agua y verter este líquido sobre la fuente de las torrijas. Dejar que se enfríen unas horas y cuando las vayamos a servir escurrirlas con una espumadera antes de ponerlas en el plato, aunque hay a quien le gusta con su caldito!