
Yo los primeros meses no lo pasé mal, pero en cuanto se espabiló un poco y vio el mundo, no quería (y quiere) más que brazos y juegos. Lo pasé bastante mal porque trabajo en casa y no me dejaba ni trabajar, ni hacer la comida, ni nada. Al mío le pasa la que al tuyo, que cuando no se sale con la suya, llora que parece que lo estamos matando. Fíjate que un día ya me tenía de los nervios y lo tuve que dejar en la silla e irme, porque me daba algo si no lo hacía. Entonces empezó a llorar a lo bestia y baja la vecina de arriba que si no estábamos oyendo llorar al niño. No me j... ¡como para no oírlo! Cómo me vería la otra de desencajada cuando le dije que estaba muy bien del oído y que lo oía perfectamente, que se disculpó y se fue pitando

En mi caso no son las visitas las que lo malcrían sino mi marido, que en cuanto llega a casa ya está con el enano en brazos y jugando con él y luego me quedo yo con el marrón

Te diré que yo hubo un momento en que me planteé la situación fríamente y decidí dejarlo llorar a ratos. Ya sé que alguna estareis pensando que soy mala madre, pero yo no tengo nadie que me ayude y si no cumplo con mi trabajo, me van a obligar a volver allí, con lo que tendría que dejarle en una guardería donde seguro que iba a llorar mucho más, así que pensé que entre dos males había que escoger el menor. Lo que he ido haciendo es irle dando juguetes, ponerle la tele, a ratos lo cojo, a ratos no... y fíjate que con el tiempo, el niño no me rechista si lo suelto

Ahora eso sí, cuando mi marido está en casa es la guerra, porque sabe que él sí lo va a coger.
Paciencia paulita




