Uy ganchita, de esas personal conozco yo muchas. Bueno, creo que abundan por todos lados.
Como ya decía yo, a veces he llegado a pensar que algo falla en mí, para no tener amigos, pero después de un bajón que me dió hace tiempo, me dije a mí misma y me lo recuerdo a cada poco, que nadie merece que yo esté mal por su culpa, así que levanto la cabeza y sigo adelante.
Voy a contar la última que me ha pasado y sigo pasando. Como ya dije, ahora tengo un problema con una chica de el cursillo que estoy haciendo. El caso es que tuvimos que hacer las prácticas fuera y quedarnos a dormir en un hotel. Yo nunca había hablado de con quien iba a dormir allí (ya que las habitaciones eran para dos). Pues dos días antes, me pregunta una chica que si duermo con ella y voy yo y le digo que sí, que no había quedado con nadie. Pues podeis creer, que no hago más que salir por la puerta y va esa chica y me dice que cuando estemos juntas en la habitación, que si patatín que si patatán... yo le dije que ya había quedado con otra chica y me dijo que yo había quedado con ella. Imaginaos. Solo porque me dijo que si iba a llevar comida y yo le dije que no y ella me dijo que ella sí iba a llevar, así que si quería algo que se lo pidiese. Bueno, me quedé flipada. ¿qué tendrá que ver una cosa con otra? Pues ahí empezó todo. A hablar por detrás, a criticarme y además hubo una chica que se dedicó a decirme lo que decía ella por ahí. Yo estuve callada un poco, pero después no me pude contener, no soy de piedra, y salté. Pues esta chica, también se lo contó a la otra y ahora no nos hablamos.
Antes de ir a las prácticas, íbamos 4 chicas juntas en coche y 3 teníamos coche, menos la chica con la que tuve el problema. Después de las prácticas, como nos han separado, las otras chicas van a otro turno y la única que tengo coche de esta zona, soy yo. Así que ahora voy y vengo sola. Ella y otra chica (a la que puso en contra mía, seguro, porque se nota un montón) van en autobus. La mala, claro, parezco yo, porque al salir del curso, cojo el coche y me voy y ellas, en cambio, tienen que esperar media hora o tres cuartos de hora a que llegue el autobús.
Y así seguimos. Todavía me quedan unos meses con esta historia.
Y además este curso es de esos que tienen compromiso de contratación y nos vamos a ver mucho las caras si entramos a trabajar juntas.
Os lo he contado un poco por alto, porque la historia entera, acapararía hojas y hojas... y no os quiero aburrir.
